miércoles, 19 de noviembre de 2008

Golpe de Estado de 1966. La noche de los Bastones Largos

Trabajo Práctico de Historia

Tema: Golpe de Estado de 1966. La noche de los Bastones Largos. Represión en las Universidades y Fugas de Cerebro

Alumnos: Enriquez, Luciano
Rodriguez, Luciano
Suarez, Lucas

Profesor: Cieri, Ramón

Escuela: Inst. Parroquial San Vicente de Paúl D-88

Ciclo Lectivo: 2008-11-04


Año: 1º B


Fecha de Entrega: 04/11/08



Introducción
Para las elecciones de 1963, el presidente José María Guido con el apoyo de las Fuerzas Armadas, prohibió la presentación de los peronistas. Los dos partidos que compitieron fueron la Unión del Pueblo Argentino y la Unión Cívica Radical del Pueblo, con la candidatura de Arturo Umberto Illia.
Illia triunfó en las elecciones, pero prácticamente desde su llegada al poder, los militares fueron tramando su devocamiento.































Golpe de Estado de 1966
En los meses anteriores al Golpe de Estado, lideres sindicales junto a militares conspiradores, fueron desacreditando el Gobierno Arturo Illia por medio de huelgas y tomas de fábricas. También colaboró parte del periodismo, cuestionando la capacidad ejecutiva del presidente para desprestigiarlo frente a los ojos del pueblo. Estas críticas periodísticas llegaron a ser tan duras, que se publicaban encuestas de opinión para demostrar que gran parte de la población estaba a favor de un Golpe de Estado.

El 28 de junio de 1966, tropas del Ejército rodearon la Casa Rosada, mientras el jefe del Primer Cuerpo del Ejército, General Julio Alsogaray, entró al despacho del presidente y le anunció que era destituido.
Después del devocamiento de Illia, una “junta revolucionaria” integrada por los tres comandante, el jefe de las Fuerzas Armadas: Pascual Angel Pistarini del Ejercito, Adolfo Teodoro Alvarez de la Fuerza Aérea y Benigmo Ignacio Varela de la Armada, tomó la suma del poder público y nombró presidente al teniendo general retirado Juan Carlos Onganía. Con él se disolvió el Congreso Nación y las legislaturas provinciales, los miembros de la Corte Suprema de Justicia y el procurador general de la Nación fueron separados de sus cargos políticos fueron disueltos.
El gobierno de Onganía se regia por un estatuto, llamado Estatuto de la Revolución Argentina y no se sabía cuánto tiempo estaría en el cargo. Sin embargo, fue bien recibido por el pueblo.
Junto al Estatuto de la Revolución Argentina, el otro elemento clave del gobierno fue la Doctrina de Seguridad Nacional, que estableció una relación directa entre seguridad y desarrollo. Como el subdesarrollo generaba pobreza y descontento social, favorecía la difusión del mensaje comunista y ponía en peligro la seguridad nacional. Siguiendo esta línea de pensamiento, el desarrollo de la economía era prioritario para los militares y justificaba la toma del poder político para asegurar un crecimiento económico.
Basado en estos días, el gobierno de Onganía intentó disimular la alianza que tenia con el sector dominante del ejército y con los grandes intereses empresariales, defendidos por el ministro de Economía Adalbert Krieger Vasena quien favoreció la concentración del capital en pocas manos. Así, grandes empresarios y las mayores empresas multinacionales del país, fueron los beneficiados con su programa.
El gobierno de Onganía obtuvo logros en la estabilización y el crecimiento económicos basándose en la inversión pública, la oferta monetaria y los créditos para vivienda y consumo. Sin embargo, los productores rurales de la pampa húmeda y diversos productores regionales se vieron perjudicados por medidas como la supresión de la protección, la devaluación de la moneda y la aplicación de retenciones para las exportaciones agropecuarias. Por eso se entiende el descontento de muchos sectores, que se relacionó con la protesta social frente al autoritarismo del gobierno. Por otra parte, Onganía heredó las continuas manifestaciones estudiantiles universitarias que exigían mayor presupuesto, y como estaba seguro que detrás de ellas había infiltrados marxistas, obró consecuencia.

La noche de los Bastones Largos. Represión en las Universidades
Una de las pocas manifestaciones de resistencia al gobierno militar fue de las universidades. El Consejo Superior de la Universidad de Bs.As. hizo una declaración pública condenando al golpe, donde expresaba que el sector de la UBA pedía a las universidades afrontar al desconocimiento que el gobierno hacia la Constitución defendiendo la autonomía de la Universidad, desconociendo autoridades impuestas desde el gobierno militar y manteniendo vivo el espíritu democrático.
Un mes después de esta declaración, las universidades fueron intervenidas y se desconoció la autonomía universitaria. En Bs.As. el sector y los decanos renunciaron, y cinco facultades fueron tomadas por los estudiantes. El 29 de Julio de 1966, en horas de la noche, se produjo la irrupción de fuerzas militares en las aulas de la Universidad de Bs.As., más específicamente en la Facultad de Ciencias Exactas. En este hecho, conocido como “La noche de los Bastones Largos”, la policía secó por la fuerza a autoridades, estudiantiles y profesores de la Facultad. Castigó con golpes a docentes y alumnos, y muchos fueron llevados presos. Hubo excesos y falta de respeto a los derechos humanos.
























Fuga de cerebros
“La noche de los Bastones Largos” dejo en evidencia que la autonomía universitaria no era el centro de los problemas para el gobierno militar, sino que el problema estaba en la idea de la Universidad como “nido” de comunistas.
Como resultado de las acciones de represión y ante la persecución de alumnos y docentes con ideas comunistas, centenares de profesores y científicos universitarios renunciaron y dejaron el país en la llamada “Fuga de cerebros” que terminó beneficiando a las casas de estudio e investigación de Europa y de los Estados Unidos, a donde fueron los talentos argentinos.






























Conclusión
El golpe militar de 1966 llevó al General Onganía al poder y éste pudo gobernar casi tres años sin decretar al estado de sitio. Sin embargo, los acontecimientos de “La noche de los Bastones Largos” sentaron un precedente del movimiento que si sacudió al gobierno: el “Cordobazo”. En 1969 un grupo de estudiantes y obreros de Córdoba se levantaron contra los abusos. Esta oposición creció en círculos militares y civiles hasta que en junio de 1970, un golpe interno liderado por los jefes de las Fuerzas Armadas, lo obligó a dejar el cargo.
Con un país política y socialmente desintegrado, que había reprimido y expulsado gente del ámbito de la cultura, nuevamente tomaba o retomaba los hilos conductores un militar: Roberto Marcelo Levingston.




























Bibliografía
· Ernesto Castrillón: “La Argentina en el siglo XX”. Editorial La Nación 2000
· Lucas Luchilo, Silvia Romano y Gustavo Paz: “Historia Argentina”. Editorial Santillana 1990.
· José Cosmelli Ibáñez: “Historia de la Cultura Argentina”. Editorial El Ateneo 1992

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