Legislación Obrera en el 1º Gobierno Peronista
...Antes de las elecciones de 1946, varios postulaban la unión de todas las fuerzas democráticas para enfrentar al gobierno militar.Perón se movió con toda la relativa independencia que le permitían las relaciones coyunturales del mundo, "guerra fría", manteniendo el principio de autodeterminación de los pueblos y la solidaridad con los pequeños países.Entre sus obras más descollantes están el "estatuto del peón", "los derechos del trabajador", "los derechos de la ancianidad", "los convenios colectivos de trabajo", "la ley de previsión social", "la ley de accidentes de trabajo", "la ley de vivienda obrera", "sueldo anual complementario", "la mutualidad sindical", "las escuelas sindicales", "la ley de creación de la justicia del trabajo", "los regímenes de jubilación", "las reglamentaciones de las condiciones del trabajo y del descanso", "las proveedurías sindicales".
http://www.portalplanetasedna.com.ar/gobiernoperonista.htm
martes, 25 de noviembre de 2008
lunes, 24 de noviembre de 2008
Temas de Investigación para 1º Polimodal
1- Golpe de Estado de 1.955. Decreto 4161. Alzamiento cívico-militar de 1.956.
2- Golpe de Estado de 1.955. Plan Prebish de 1.956
3- Convención General Constituyente de 1.957
4- Batalla del Petróleo de Arturo Frondizi. Plan de Industrialización.
5- Gobierno de Arturo Frondizi. Educación Libre o Laica (1958)
6- Revolución Cubana: Causas y consecuencias. Principales Protagonistas.
7- Gobierno de Arturo Frondizi. Los bonos de Alvaro Alzogaray
8- Golpe Institucional. Gobierno de Guido: Plan Conintes: Azules y Colorados
9- Resistencia Peronista: El frustrado regreso de Perón en 1.964
10- Golpe de Estado de 1.966/73. La noche de los bastones largos. Represión en las Universidades y fuga de Cerebros.
11- Golpe de Estado de 1.966/73. El mayo francés: La juventud protagonista de cambios sociales: El cordobazo.
12- Golpe de Estado de 1.966/73. El asesinato de Augusto Timoteo Vandor.
13- El retorno de Perón. Fusilamientos de Trelew. Campaña del FreJuLi
14- Gobierno de Héctor Campora – Vicente Solano Lima. Masacre de Ezeiza.
15- Crisis del Petróleo Internacional. Petrodólares, Consecuencias económicas mundiales.
2- Golpe de Estado de 1.955. Plan Prebish de 1.956
3- Convención General Constituyente de 1.957
4- Batalla del Petróleo de Arturo Frondizi. Plan de Industrialización.
5- Gobierno de Arturo Frondizi. Educación Libre o Laica (1958)
6- Revolución Cubana: Causas y consecuencias. Principales Protagonistas.
7- Gobierno de Arturo Frondizi. Los bonos de Alvaro Alzogaray
8- Golpe Institucional. Gobierno de Guido: Plan Conintes: Azules y Colorados
9- Resistencia Peronista: El frustrado regreso de Perón en 1.964
10- Golpe de Estado de 1.966/73. La noche de los bastones largos. Represión en las Universidades y fuga de Cerebros.
11- Golpe de Estado de 1.966/73. El mayo francés: La juventud protagonista de cambios sociales: El cordobazo.
12- Golpe de Estado de 1.966/73. El asesinato de Augusto Timoteo Vandor.
13- El retorno de Perón. Fusilamientos de Trelew. Campaña del FreJuLi
14- Gobierno de Héctor Campora – Vicente Solano Lima. Masacre de Ezeiza.
15- Crisis del Petróleo Internacional. Petrodólares, Consecuencias económicas mundiales.
Temas de Investigación para Noveno
Temas a desarrollar por cada grupo de trabajo de Investigación de Noveno Año.
Siglo XX. Argentina: Gobiernos Peronistas: 1.946 – 1.955.
1- Primer Plan Quinquenal: IAPI. Función en la economía.
2- Legislación obrera en la primera Presidencia.
3- Nacionalización de Empresas de Servicios.
4- Fundación de Ayuda Social EVA PERON. Construcción de Escuelas y Hospitales.
5- Reforma de la Constitución del 49
6- Voto Femenino: Renunciamiento de Eva Perón a la Vicepresidencia
7- Ramón Carrillo: Revolución Sanitaria.
8- Bombardeo a Plaza de mayo: Causas y Consecuencias
9- Enfrentamiento con la Iglesia y la Marina.
10- Golpe del 55. ¿Quiénes ocupan la escena política Argentina?
¿Quiénes son desplazados?
11- Decreto 4161: Causas y consecuencias.
Siglo XX. Argentina: Gobiernos Peronistas: 1.946 – 1.955.
1- Primer Plan Quinquenal: IAPI. Función en la economía.
2- Legislación obrera en la primera Presidencia.
3- Nacionalización de Empresas de Servicios.
4- Fundación de Ayuda Social EVA PERON. Construcción de Escuelas y Hospitales.
5- Reforma de la Constitución del 49
6- Voto Femenino: Renunciamiento de Eva Perón a la Vicepresidencia
7- Ramón Carrillo: Revolución Sanitaria.
8- Bombardeo a Plaza de mayo: Causas y Consecuencias
9- Enfrentamiento con la Iglesia y la Marina.
10- Golpe del 55. ¿Quiénes ocupan la escena política Argentina?
¿Quiénes son desplazados?
11- Decreto 4161: Causas y consecuencias.
Etiquetas:
Trabajo de Investigación Noveno Año 2008
Golpe de Estado de 1966. Cordobazo
Trabajo de historia
Nombres: Milagros Sotto y Alejandra Gómez.
Tema: Golpe de Estado 1966/73.La juventud protagonistas de cambios sociales: El Cordobazo.
Profesor: Ramón Cieri.
Introducción:
En esa época gobernaba el país un régimen militar autodenominado “Revolución Argentina” presidido por el Gral. Juan Carlos Ongania, El estatuto de la Revolución Argentina fue el órgano legal que emplearon para reemplazar a la Constitución Nacional. Las universidades fueron ocupadas por fuerzas policiales. Destacados profesores fueron apaleados a garrotazos. En la llamada “Noche de los bastones Largos”, todo esto llevo a una “protesta obrera” o “rebelión popular”. Dichos movimientos estuvieron más o menos organizados y consensuados, pero a ellos luego se unieron espontáneamente la casi totalidad de las agrupaciones estudiantiles y corrientes políticas de aquella ciudad y sus suburbios. Los más destacados intelectuales debieron abandonar el país. Sin embargo, el gobierno golpista tuvo, durante tres años, apoyo de la población, aunque el gran núcleo de resistencia siguió estando en el sector estudiantil universitario. Se lograron mejoras económicas y bajos índices inflacionarios. No obstante ello, comenzó un fuerte endeudamiento con organizaciones del exterior, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Golpe de Estado 1966/73
El 28 de junio de 1966 un levantamiento militar liderado por el General Juan Carlos Ongania derroco al Presidente Arturo Illia (radical del pueblo). El golpe dio origen a una dictadura autodenominada Revolución Argentina, que ya no se presento a si misma como ≤gobierno provisional≥, como en todos los golpes anteriores, sino que se estableció como un sistemas de tipo permanente. Los militares habían justificado su intervención haciendo referencia a situaciones excepcionales, que requerían su presencia transitoria en el gobierno, las Fuerzas Armadas asumieron el poder de manera directa, con el objetivo de reestructurar al Estado y la sociedad, en un proceso que no fijaba plazos de tiempo para su concreción. Según las Fuerzas Armadas no solo debían custodiar las fronteras que separaban el país de otros países, sino también las que dentro del propio país dividían a los partidarios del “mundo occidental” de los defensores del “comunismo”. Aunque en la Argentina, los comunistas constituían un grupo muy pequeño y de muy escasa influencia, los ideólogos militares extendieron el concepto de “comunismo” a cualquier manifestación social, política o cultural que, según su estrecha perspectiva, amenazar a los valores jerárquicos de organización social que el gobierno proclamaba; por ejemplo, el pelo largo, los besos en público o las minifaldas. En 1969, estallo en Córdoba un movimiento de protesta social y política conocida como “El Cordobazo”. Ongania renuncio y su sucesor, el general Roberto M. Levingston, intento, sin éxito, aprovechar en beneficio de los militares el descontento con el gobierno de Onganía. En noviembre de 1970, se constituyo “La hora del Pueblo”, un acuerdo entre los principales partidos políticos, que se comprendía a bregar por un proceso electoral “sin vetos ni proscripciones” y por un gobierno respetuoso de los derechos de las minorías. A principios de 1971, Levingston fue separado del gobierno y asumió la presidencia el general Alejandro A. Lanusse. Lanusse acepto el fracaso del gobierno militar y procuro negociar una salida ordenada de los militares, que preservara la unidad de las Fuerzas Armadas. Esta salida supuso la aceptación del peronismo como actor legitimo de la vida política nacional, aunque bloqueando la candidatura presidencial de Perón. En las elecciones de 1973, con la consigna “campora al gobierno, Perón al poder”, la formula Héctor J. Cámpora- Vicente Solano Lima obtuvo casi el 50% de los sufragios.
El Cordobazo.
Importante movimiento ocurrido en Argentina el 29 de mayo de 1969, en la por entonces industrializada ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo nombre.
Consecuencias.
El Cordobazo fue un punto de inflexión en la historia política argentina de las últimas décadas. Tuvo un efecto multiplicador de manifestaciones violentas contra la dictadura en varias otras ciudades del país, y fue el punto de partida del resurgimiento de la corriente clasista en las fábricas. Así mismo incentivo el crecimiento y accionar de agrupaciones de izquierda y células activistas, algunas de las cuales derivaron en organizaciones políticas armadas (entre las más importantes, el Ejército Revolucionario del Pueblo, Montoneros, Fuerzas Armadas Revolucionarias). De tal manera constituyo un factor determinante para el debilitamiento y la posterior destitución del presidente de facto Ongania por parte de la Junta de Comandantes en Jefe de las tres fuerzas armadas (órgano supremo de la llamada “Revolución Argentina”), abriéndose a partir de allí un periodo de transición e incertidumbres en la decadencia de dicho régimen militar.
¿Qué pasa en el mundo?
•La guerra de Vietnam divide a la opinión pública mundial.
•Los estudiantes inician en Paris un movimiento de protesta que conmociona a las sociedades mundiales. Proponen sobre todo, la eliminación de la cesura, y la libertad de enseñanza (mayo de 1968).
•Surge el movimiento “hippie”, basado en la no violencia, el amor y la libertad sexual. Se crea la consigna “el poder de la flor” en contraposición a la violencia bélica.
•Se consolidan movimientos guerrilleros en toda América Latina.
•Primeros viajes orbitales tripulados alrededor de la Tierra.
•Guerra de los Seis Días entre Egipto e Israel.
•El hombre llega a la Luna (1969)
Presidencia del General Juan Carlos Onganía (1966-1970)
Tipo de régimen: de facto
Hechos salientes de su gobierno:
•Intervención a las unidades.
•Exilio de profesores y científicos.
•Prohibición de toda actividad política y sindical.
•Manifestaciones violentas en el interior:
Cordobazo, Rosariazo, Tucumanazo.
•Surgimiento de grupos subversivos guerrilleros: Montoneros y ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo).
•Asesinato del general Pedro E. Aramburu, ejecutado por los Montoneros.
•Ola de secuestros y asaltos a entidades bancarias.
CONCLUSIÓN:
Hay quienes dicen que la lucha de los obreros y los estudiantes, su manera de hacerse sentir y manifestar sus inconformidades dejaron una enseñanza, marcando un antes y un después en lo que son las manifestaciones, demostró que el pueblo unido (estudiantes-obreros) puede ser una poderosa fuerza de combate ante injustos gobiernos.
Bibliografía:
Enciclopedia CLASA, Ciencias Sociales (Santillana)
Paginas Web: www.monografías.com y wikipedia, la enciclopedia libre.
Nombres: Milagros Sotto y Alejandra Gómez.
Tema: Golpe de Estado 1966/73.La juventud protagonistas de cambios sociales: El Cordobazo.
Profesor: Ramón Cieri.
Introducción:
En esa época gobernaba el país un régimen militar autodenominado “Revolución Argentina” presidido por el Gral. Juan Carlos Ongania, El estatuto de la Revolución Argentina fue el órgano legal que emplearon para reemplazar a la Constitución Nacional. Las universidades fueron ocupadas por fuerzas policiales. Destacados profesores fueron apaleados a garrotazos. En la llamada “Noche de los bastones Largos”, todo esto llevo a una “protesta obrera” o “rebelión popular”. Dichos movimientos estuvieron más o menos organizados y consensuados, pero a ellos luego se unieron espontáneamente la casi totalidad de las agrupaciones estudiantiles y corrientes políticas de aquella ciudad y sus suburbios. Los más destacados intelectuales debieron abandonar el país. Sin embargo, el gobierno golpista tuvo, durante tres años, apoyo de la población, aunque el gran núcleo de resistencia siguió estando en el sector estudiantil universitario. Se lograron mejoras económicas y bajos índices inflacionarios. No obstante ello, comenzó un fuerte endeudamiento con organizaciones del exterior, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Golpe de Estado 1966/73
El 28 de junio de 1966 un levantamiento militar liderado por el General Juan Carlos Ongania derroco al Presidente Arturo Illia (radical del pueblo). El golpe dio origen a una dictadura autodenominada Revolución Argentina, que ya no se presento a si misma como ≤gobierno provisional≥, como en todos los golpes anteriores, sino que se estableció como un sistemas de tipo permanente. Los militares habían justificado su intervención haciendo referencia a situaciones excepcionales, que requerían su presencia transitoria en el gobierno, las Fuerzas Armadas asumieron el poder de manera directa, con el objetivo de reestructurar al Estado y la sociedad, en un proceso que no fijaba plazos de tiempo para su concreción. Según las Fuerzas Armadas no solo debían custodiar las fronteras que separaban el país de otros países, sino también las que dentro del propio país dividían a los partidarios del “mundo occidental” de los defensores del “comunismo”. Aunque en la Argentina, los comunistas constituían un grupo muy pequeño y de muy escasa influencia, los ideólogos militares extendieron el concepto de “comunismo” a cualquier manifestación social, política o cultural que, según su estrecha perspectiva, amenazar a los valores jerárquicos de organización social que el gobierno proclamaba; por ejemplo, el pelo largo, los besos en público o las minifaldas. En 1969, estallo en Córdoba un movimiento de protesta social y política conocida como “El Cordobazo”. Ongania renuncio y su sucesor, el general Roberto M. Levingston, intento, sin éxito, aprovechar en beneficio de los militares el descontento con el gobierno de Onganía. En noviembre de 1970, se constituyo “La hora del Pueblo”, un acuerdo entre los principales partidos políticos, que se comprendía a bregar por un proceso electoral “sin vetos ni proscripciones” y por un gobierno respetuoso de los derechos de las minorías. A principios de 1971, Levingston fue separado del gobierno y asumió la presidencia el general Alejandro A. Lanusse. Lanusse acepto el fracaso del gobierno militar y procuro negociar una salida ordenada de los militares, que preservara la unidad de las Fuerzas Armadas. Esta salida supuso la aceptación del peronismo como actor legitimo de la vida política nacional, aunque bloqueando la candidatura presidencial de Perón. En las elecciones de 1973, con la consigna “campora al gobierno, Perón al poder”, la formula Héctor J. Cámpora- Vicente Solano Lima obtuvo casi el 50% de los sufragios.
El Cordobazo.
Importante movimiento ocurrido en Argentina el 29 de mayo de 1969, en la por entonces industrializada ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo nombre.
Consecuencias.
El Cordobazo fue un punto de inflexión en la historia política argentina de las últimas décadas. Tuvo un efecto multiplicador de manifestaciones violentas contra la dictadura en varias otras ciudades del país, y fue el punto de partida del resurgimiento de la corriente clasista en las fábricas. Así mismo incentivo el crecimiento y accionar de agrupaciones de izquierda y células activistas, algunas de las cuales derivaron en organizaciones políticas armadas (entre las más importantes, el Ejército Revolucionario del Pueblo, Montoneros, Fuerzas Armadas Revolucionarias). De tal manera constituyo un factor determinante para el debilitamiento y la posterior destitución del presidente de facto Ongania por parte de la Junta de Comandantes en Jefe de las tres fuerzas armadas (órgano supremo de la llamada “Revolución Argentina”), abriéndose a partir de allí un periodo de transición e incertidumbres en la decadencia de dicho régimen militar.
¿Qué pasa en el mundo?
•La guerra de Vietnam divide a la opinión pública mundial.
•Los estudiantes inician en Paris un movimiento de protesta que conmociona a las sociedades mundiales. Proponen sobre todo, la eliminación de la cesura, y la libertad de enseñanza (mayo de 1968).
•Surge el movimiento “hippie”, basado en la no violencia, el amor y la libertad sexual. Se crea la consigna “el poder de la flor” en contraposición a la violencia bélica.
•Se consolidan movimientos guerrilleros en toda América Latina.
•Primeros viajes orbitales tripulados alrededor de la Tierra.
•Guerra de los Seis Días entre Egipto e Israel.
•El hombre llega a la Luna (1969)
Presidencia del General Juan Carlos Onganía (1966-1970)
Tipo de régimen: de facto
Hechos salientes de su gobierno:
•Intervención a las unidades.
•Exilio de profesores y científicos.
•Prohibición de toda actividad política y sindical.
•Manifestaciones violentas en el interior:
Cordobazo, Rosariazo, Tucumanazo.
•Surgimiento de grupos subversivos guerrilleros: Montoneros y ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo).
•Asesinato del general Pedro E. Aramburu, ejecutado por los Montoneros.
•Ola de secuestros y asaltos a entidades bancarias.
CONCLUSIÓN:
Hay quienes dicen que la lucha de los obreros y los estudiantes, su manera de hacerse sentir y manifestar sus inconformidades dejaron una enseñanza, marcando un antes y un después en lo que son las manifestaciones, demostró que el pueblo unido (estudiantes-obreros) puede ser una poderosa fuerza de combate ante injustos gobiernos.
Bibliografía:
Enciclopedia CLASA, Ciencias Sociales (Santillana)
Paginas Web: www.monografías.com y wikipedia, la enciclopedia libre.
Gobierno de Cámpora y Masacre de Ezeiza 1973
Biografía y gobierno
Héctor José Cámpora :
(26 de marzo de 1909 – 18 de diciembre de1980), llamado afectuosamente El Tío, fue un político y odontólogo argentino oriundo de la ciudad bonaerense de Mercedes que llegó a ser Presidente de la nación.Su vocación política lo llevó a convertirse en dirigente estudiantil, aunque sin adherir a ningún partido. Se radicó en San Andres de Giles , donde formó una familia, ejerció su profesión y presidió un club deportivo de extracción popular. En 1944 fue designado comisionado municipal por el gobierno militar que en ese momento tenía el poder en el país y conoció a Juan Domingo Perón. Luego integró un agrupamiento independiente que, junto al laborismo y los radicales “renovadores”, contribuyó al triunfo electoral de 1946.
En 1971 fue designado ``delegado personal ´´ de Juan Domingo Perón, en reemplazo de Jorge Daniel Paladino. En tal carácter, llevó a cabo con éxito el plan de Perón para el retorno al poder en 1973, tras el fracaso de la Revolución Argentina y con la apertura que proponía el entonces presidente General Alejandro Agustín Lanusse. Este buscaba una concertación cívico militar que integrara al pueblo y a las masas peronistas con las Fuerzas Armadas, en un gobierno conducido por militares, idea que llevaba el nombre de Gran Acuerdo Nacional (GAN), lo cual no prosperó. Cámpora trabajó duramente y logró todos los objetivos que allanaron las condiciones para el retorno triunfal del peronismo y de Perón a la legalidad y a la escena política. Reorganizó el movimiento, creando la rama juvenil (que representaba el creciente peso de la izquierda peronista, en particular la organización político-militar Montoneros) y logrando la afiliación masiva en todos los sectores. Logró acuerdos con otros partidos políticos más pequeños, para llevar el Frente Justicialista de Liberación Nacional (FreJuLi).
Héctor Cámpora se presentó en las elecciones de marzo de 1973 como candidato a presidente de Argentina por el FreJuLi, Llevó como vicepresidente a Vicente Solano Lima, del Partido Conservador Popular, desgajamiento del antiguo conservadurismo de la Provincia de Buenos Aires. Ganó las elecciones con más del 49.5% de los votos. El líder radical, Ricardo Balbín, había salido segundo con un 21,3%, y, como el FreJuLi no había obtenido más del 50% de los votos, tenía derecho al ballotage. Sin embargo, queriendo evitar mayores crisis políticas y en busca de la normalización institucional, renunció a su derecho y reconoció la victoria de Cámpora. El delegado de Perón asumió el 25 de mayo de 1973. En la tradicional Plaza de Mayo, se concentraron para recibirlo más de un millón de personas.En su discurso inaugural del 25 de mayo de 1973 decía:
"Abrigo la esperanza de dar término a mis funciones acompañado por el afecto de mis compañeros y de mis amigos, y el respeto de mis adversarios. Sé que he de lograrlo, como ha sido hasta ahora, porque trataré, con honestidad, de hacer lo que el Pueblo quiere"
Su primera medida fue amnistiar a los presos políticos. Sin embargo, la euforia y la presión popular (hubo marchas generalizadas), más el hecho de que los presos habían tomado distintos centros de reclusión a lo largo del país, obligaron al recientemente electo presidente a liberar a los reclusos masivamente aún antes de la aprobación de la amnistía. El 28 de mayo Argentina reanudó las relaciones diplomáticas con Cuba, cortadas por el gobierno militar, y comenzó a proveer a ese país de productos alimenticios e industriales para romper el bloqueo estadounidense. Como Ministro de Economía nombró a José Ber Gelbard, presidente de la Confederación General Económica, que procuró establecer un pacto social entre la Confederación General del Trabajo, el empresariado nacional y el Estado, lo que incluía un aumento de salarios y el congelamiento de precios. Se retornó a los lineamientos económicos de los anteriores gobiernos de Perón, con una política nacionalista, estatista y distribucionista.
Su cercanía con la izquierda peronista lo enfrentó con la derecha partidaria, representada por lo general por los líderes sindicales. El 20 de junio de 1973, al regresar Perón al país, tiene lugar la llamada Masacre de Ezeiza, un brutal enfrentamiento entre ambas alas del peronismo, que se disparaban con armas de fuego por el control del palco. La cifra de muertos por esos enfrentamientos se estima en decenas e incluso centenas de personas, pero nunca fue especificada.
Finalmente, el 13 de julio de 1973 y habiéndole retirado Perón el apoyo a su gobierno, Cámpora renunció a su cargo para permitir la realización de nuevas elecciones, donde habría de ganar Perón con más del 60% de los votos.
Presidencia de Héctor Cámpora (1973)
``Principales Sucesos´´
Tipo de régimen: Democrático.
Política interior y exterior:
*Liberación de presos políticos.
*Incremento de la actividad guerrillera.
*Se otorgan a la guerrilla espacios en la TV oficial.
*Campora renuncia para permitir nuevas elecciones que aseguren la instalación de Perón en la presidencia.
Masacre de Ezeiza
Por Masacre de Ezeiza se conoce el enfrentamiento entre organizaciones armadas irregulares peronistas que tuvo lugar el 20 de junio de 1973 en ocasión del regreso definitivo a la Argentina de Juan Domingo Perón, luego de casi 18 años de exilio. La izquierda de Montoneros y el aparato de la derecha sindical de la CGT se enfrentaron por el control del palco de honor.
El 25 de mayo de 1973, asumía la presidencia del país el médico odontólogo Héctor J. Cámpora, quien había ganado como candidato del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) las primeras elecciones sin proscripciones desde 1955. Un mes más tarde, el 20 de junio de 1973, Perón retornaba a la Argentina desde Madrid tras 18 años de exilio. En los bosques de Ezeiza se había preparado un palco y unas dos millones de personas aguardaban la llegada del líder. El lugar estaba custodiado por el coronel retirado Jorge Manuel Osinde quien tenía la orden de impedir el acercamiento de la izquierda peronista. Cuando las columnas de la FAR y Montoneros intentaron ingresar, fueron sorpresivamente atacadas a tiros desde el palco por los hombres de Osinde. Hubo 13 muertos y 365 heridos.
Lo que sucedió en Ezeiza el 20 de junio de 1973, podría resumirse así en una frase del discurso pronunciado por Perón la noche del 21, ``Somos lo que dicen las 20 Verdades Justicialistas y nada mas que eso ´´.
*La masacre fue premeditada para desplazar a Héctor Cámpora del poder. Las diferencias ya eran insalvables entre la derecha y la izquierda, cuando el 2 de junio de 1973, algunos días antes de la masacre, José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT, declaró que estaban en contra de los imperialismos de izquierda, cuando un delegado cubano al congreso de la CGT, pidió un brindis por el Che Guevara. La derecha sindical comenzó a intentar mejorar posiciones en cargos públicos frente al otro sector, colocando a gente cercana a Rucci.
Las verdaderas causas del enfrentamiento hay que buscarlas en el génesis del Movimiento Justicialista. Perón había alentado al más amplio espectro ideológico de actores desde la extrema derecha a la izquierda.
Héctor José Cámpora :
(26 de marzo de 1909 – 18 de diciembre de1980), llamado afectuosamente El Tío, fue un político y odontólogo argentino oriundo de la ciudad bonaerense de Mercedes que llegó a ser Presidente de la nación.Su vocación política lo llevó a convertirse en dirigente estudiantil, aunque sin adherir a ningún partido. Se radicó en San Andres de Giles , donde formó una familia, ejerció su profesión y presidió un club deportivo de extracción popular. En 1944 fue designado comisionado municipal por el gobierno militar que en ese momento tenía el poder en el país y conoció a Juan Domingo Perón. Luego integró un agrupamiento independiente que, junto al laborismo y los radicales “renovadores”, contribuyó al triunfo electoral de 1946.
En 1971 fue designado ``delegado personal ´´ de Juan Domingo Perón, en reemplazo de Jorge Daniel Paladino. En tal carácter, llevó a cabo con éxito el plan de Perón para el retorno al poder en 1973, tras el fracaso de la Revolución Argentina y con la apertura que proponía el entonces presidente General Alejandro Agustín Lanusse. Este buscaba una concertación cívico militar que integrara al pueblo y a las masas peronistas con las Fuerzas Armadas, en un gobierno conducido por militares, idea que llevaba el nombre de Gran Acuerdo Nacional (GAN), lo cual no prosperó. Cámpora trabajó duramente y logró todos los objetivos que allanaron las condiciones para el retorno triunfal del peronismo y de Perón a la legalidad y a la escena política. Reorganizó el movimiento, creando la rama juvenil (que representaba el creciente peso de la izquierda peronista, en particular la organización político-militar Montoneros) y logrando la afiliación masiva en todos los sectores. Logró acuerdos con otros partidos políticos más pequeños, para llevar el Frente Justicialista de Liberación Nacional (FreJuLi).
Héctor Cámpora se presentó en las elecciones de marzo de 1973 como candidato a presidente de Argentina por el FreJuLi, Llevó como vicepresidente a Vicente Solano Lima, del Partido Conservador Popular, desgajamiento del antiguo conservadurismo de la Provincia de Buenos Aires. Ganó las elecciones con más del 49.5% de los votos. El líder radical, Ricardo Balbín, había salido segundo con un 21,3%, y, como el FreJuLi no había obtenido más del 50% de los votos, tenía derecho al ballotage. Sin embargo, queriendo evitar mayores crisis políticas y en busca de la normalización institucional, renunció a su derecho y reconoció la victoria de Cámpora. El delegado de Perón asumió el 25 de mayo de 1973. En la tradicional Plaza de Mayo, se concentraron para recibirlo más de un millón de personas.En su discurso inaugural del 25 de mayo de 1973 decía:
"Abrigo la esperanza de dar término a mis funciones acompañado por el afecto de mis compañeros y de mis amigos, y el respeto de mis adversarios. Sé que he de lograrlo, como ha sido hasta ahora, porque trataré, con honestidad, de hacer lo que el Pueblo quiere"
Su primera medida fue amnistiar a los presos políticos. Sin embargo, la euforia y la presión popular (hubo marchas generalizadas), más el hecho de que los presos habían tomado distintos centros de reclusión a lo largo del país, obligaron al recientemente electo presidente a liberar a los reclusos masivamente aún antes de la aprobación de la amnistía. El 28 de mayo Argentina reanudó las relaciones diplomáticas con Cuba, cortadas por el gobierno militar, y comenzó a proveer a ese país de productos alimenticios e industriales para romper el bloqueo estadounidense. Como Ministro de Economía nombró a José Ber Gelbard, presidente de la Confederación General Económica, que procuró establecer un pacto social entre la Confederación General del Trabajo, el empresariado nacional y el Estado, lo que incluía un aumento de salarios y el congelamiento de precios. Se retornó a los lineamientos económicos de los anteriores gobiernos de Perón, con una política nacionalista, estatista y distribucionista.
Su cercanía con la izquierda peronista lo enfrentó con la derecha partidaria, representada por lo general por los líderes sindicales. El 20 de junio de 1973, al regresar Perón al país, tiene lugar la llamada Masacre de Ezeiza, un brutal enfrentamiento entre ambas alas del peronismo, que se disparaban con armas de fuego por el control del palco. La cifra de muertos por esos enfrentamientos se estima en decenas e incluso centenas de personas, pero nunca fue especificada.
Finalmente, el 13 de julio de 1973 y habiéndole retirado Perón el apoyo a su gobierno, Cámpora renunció a su cargo para permitir la realización de nuevas elecciones, donde habría de ganar Perón con más del 60% de los votos.
Presidencia de Héctor Cámpora (1973)
``Principales Sucesos´´
Tipo de régimen: Democrático.
Política interior y exterior:
*Liberación de presos políticos.
*Incremento de la actividad guerrillera.
*Se otorgan a la guerrilla espacios en la TV oficial.
*Campora renuncia para permitir nuevas elecciones que aseguren la instalación de Perón en la presidencia.
Masacre de Ezeiza
Por Masacre de Ezeiza se conoce el enfrentamiento entre organizaciones armadas irregulares peronistas que tuvo lugar el 20 de junio de 1973 en ocasión del regreso definitivo a la Argentina de Juan Domingo Perón, luego de casi 18 años de exilio. La izquierda de Montoneros y el aparato de la derecha sindical de la CGT se enfrentaron por el control del palco de honor.
El 25 de mayo de 1973, asumía la presidencia del país el médico odontólogo Héctor J. Cámpora, quien había ganado como candidato del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) las primeras elecciones sin proscripciones desde 1955. Un mes más tarde, el 20 de junio de 1973, Perón retornaba a la Argentina desde Madrid tras 18 años de exilio. En los bosques de Ezeiza se había preparado un palco y unas dos millones de personas aguardaban la llegada del líder. El lugar estaba custodiado por el coronel retirado Jorge Manuel Osinde quien tenía la orden de impedir el acercamiento de la izquierda peronista. Cuando las columnas de la FAR y Montoneros intentaron ingresar, fueron sorpresivamente atacadas a tiros desde el palco por los hombres de Osinde. Hubo 13 muertos y 365 heridos.
Lo que sucedió en Ezeiza el 20 de junio de 1973, podría resumirse así en una frase del discurso pronunciado por Perón la noche del 21, ``Somos lo que dicen las 20 Verdades Justicialistas y nada mas que eso ´´.
*La masacre fue premeditada para desplazar a Héctor Cámpora del poder. Las diferencias ya eran insalvables entre la derecha y la izquierda, cuando el 2 de junio de 1973, algunos días antes de la masacre, José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT, declaró que estaban en contra de los imperialismos de izquierda, cuando un delegado cubano al congreso de la CGT, pidió un brindis por el Che Guevara. La derecha sindical comenzó a intentar mejorar posiciones en cargos públicos frente al otro sector, colocando a gente cercana a Rucci.
Las verdaderas causas del enfrentamiento hay que buscarlas en el génesis del Movimiento Justicialista. Perón había alentado al más amplio espectro ideológico de actores desde la extrema derecha a la izquierda.
viernes, 21 de noviembre de 2008
Temas de Investigación para 1º Polimodal
1- Golpe de Estado de 1.955. Decreto 4161. Alzamiento cívico-militar de 1.956.
2- Golpe de Estado de 1.955. Plan Prebish de 1.956
3- Convención General Constituyente de 1.957
4- Batalla del Petróleo de Arturo Frondizi. Plan de Industrialización.
5- Gobierno de Arturo Frondizi. Educación Libre o Laica (1958)
6- Revolución Cubana: Causas y consecuencias. Principales Protagonistas.
7- Gobierno de Arturo Frondizi. Los bonos de Alvaro Alzogaray
8- Golpe Institucional. Gobierno de Guido: Plan Conintes: Azules y Colorados
9- Resistencia Peronista: El frustrado regreso de Perón en 1.964
10- Golpe de Estado de 1.966/73. La noche de los bastones largos. Represión en las Universidades y fuga de Cerebros.
11- Golpe de Estado de 1.966/73. El mayo francés: La juventud protagonista de cambios sociales: El cordobazo.
12- Golpe de Estado de 1.966/73. El asesinato de Augusto Timoteo Vandor.
13- El retorno de Perón. Fusilamientos de Trelew. Campaña del FreJuLi
14- Gobierno de Héctor Campora – Vicente Solano Lima. Masacre de Ezeiza.
15- Crisis del Petróleo Internacional. Petrodólares, Consecuencias económicas mundiales.
2- Golpe de Estado de 1.955. Plan Prebish de 1.956
3- Convención General Constituyente de 1.957
4- Batalla del Petróleo de Arturo Frondizi. Plan de Industrialización.
5- Gobierno de Arturo Frondizi. Educación Libre o Laica (1958)
6- Revolución Cubana: Causas y consecuencias. Principales Protagonistas.
7- Gobierno de Arturo Frondizi. Los bonos de Alvaro Alzogaray
8- Golpe Institucional. Gobierno de Guido: Plan Conintes: Azules y Colorados
9- Resistencia Peronista: El frustrado regreso de Perón en 1.964
10- Golpe de Estado de 1.966/73. La noche de los bastones largos. Represión en las Universidades y fuga de Cerebros.
11- Golpe de Estado de 1.966/73. El mayo francés: La juventud protagonista de cambios sociales: El cordobazo.
12- Golpe de Estado de 1.966/73. El asesinato de Augusto Timoteo Vandor.
13- El retorno de Perón. Fusilamientos de Trelew. Campaña del FreJuLi
14- Gobierno de Héctor Campora – Vicente Solano Lima. Masacre de Ezeiza.
15- Crisis del Petróleo Internacional. Petrodólares, Consecuencias económicas mundiales.
jueves, 20 de noviembre de 2008
REVOLUCION SANITARIA (1946-1955) DOCTOR RAMON CARRILLO.
TRABAJO PRACTICO Nº 1
INVESTIGACIÓN
TEMA: REVOLUCION SANITARIA (1946-1955) DOCTOR RAMON CARRILLO.
PROFESOR: RAMON CIERI.
INSTITUTO: JOSE MANUEL ESTRADA
AÑO: 9º
INTEGRANTES: KAREN
LAURA
XIMENA
1-¿Quién fue Ramón Carrillo?
2-¿Qué obras realizó?
3-¿Qué descubrimientos aportó a favor de la salud?
4-¿Qué valores podemos destacar de la vida de Carrillo?
5-¿Fue el doctor Carrillo un ejemplo para los médicos que prestan
servicios en la actualidad?
Introducción.
El doctor Carrillo marcó un interés especial en áreas que el estado no había profundizado hasta entonces: la medicina preventiva, la medicina social y la atención materno-infantil.
Como ejemplo de su pensamiento podemos referirnos a sus dichos:
· La medicina moderna tiende a ocuparse de la salud y de los sanos y el objetivo principal es ya no curar al enfermo sino evitar estar enfermo.
· La medicina no solo debe curar enfermos sino enseñar al pueblo a vivir, a vivir en salud y tratar que la vida se prolongue y sea digna de ser vivida.
DESARROLLO.
REVOLUCION SANITARIA. RAMON CARRILLO.
La Política Peronista del ‘45 al ‘55.
En el programa de gobierno que expuso ante el parlamento el general Perón, denotaba una preocupación especial por la salud pública, la educación, la ampliación de las conquistas sociales, las obras públicas, la industrialización del país, una serie de principios pendientes a una reforma agraria tradicional, que ha demostrado su total distanciamiento de los principios y los factores que hacen a la mayor productividad de la tierra y a la liberación de los hombres que la trabajan, también las relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo, la no intervención y el derecho de los pueblos a darse la forma de gobierno que consideren mejor. En lo referente a la política económica la consideraba expuesta a través del Plan Quinquenal (dura 5 años).
En lo que hace a la salud pública, el impulso que le dio el gobierno peronista y los medios con que amplió su presupuesto, alcanzó resultados ampliamente positivos.
La Política Social y la Salud.
Si alguien preguntara alguna vez que figuras de aquella década simbolizan el humanismo social definido por Perón no dudaría en responder: Evita Duarte y Ramón Carrillo, dos expresiones singulares del genio americano.
La sensibilidad hacia el pueblo trabajador que se expresaba a través de una política y una asistencia social, no podía permanecer indiferente ante la problemática de la salud, tema vinculado estrechamente a la justicia y a la dignidad de la persona humana.
“En un país como el nuestro, en cuyas estancias había toros gordos y peones flacos, en donde la salud de las vacas interesaba más que las personas, había un Ministerio de Agricultura pero no un Ministerio de Salud Pública. Una de las medidas que tomamos nosotros fue la de crearlo”. (Perón).
Ramón Carrillo. Primer Ministro de Salud de la Nación.
El movimiento que nacía con la llegada de Perón al poder, no solo estaba basado en lo que su líder podía dar sino, también en la tarea de numerosos hombres que brillaron en muchas áreas. Uno de estos hombres fue el doctor Ramón Carrillo quien fue el primero en aplicar en la Argentina una política sanitaria.
Carrillo nació en Santiago del Estero el 7 de Marzo de 1906, hijo del profesor Ramón Carrillo y de la señora María Salomé Gómez Carrillo.
Pasó sus primeros años de vida en su ciudad natal. Cursó sus estudios primarios en la escuela Manuel Belgrano y los secundarios en el Colegio Nacional de Santiago del Estero. Obtuvo su título de Bachiller en 1923, con medalla de oro. Cuando todavía cursaba el secundario, escribió una temprana obra literaria en la que ya dejaba ver su interés por los temas sociales.
En 1924 viajó a Bs. As. Para cursar estudios en la Facultad de Medicinas. Inició sus clases con solo 17 años, siendo el más joven de su curso.
Luego de representar a la Argentina en el Primer Congreso de Neurología en Berna, Suiza, retornó al país y se encontró en medio de una gran crisis económica y política, y en esa etapa continuó buscando el modelo nacional que faltaba en ese momento.
Un lugar importante en el Gobierno.
Al iniciar sus funciones, el doctor Carrillo se encontró con una gran desorganización, con instalaciones sanitarias inadecuadas, y con falta de camas, equipamiento médico, insumos y personal capacitado.
Esto fue lo que motivó a Carrillo comenzar a trabajar en una serie de cambios, es así que conoció a Juan Perón, quien buscaba elaborar un plan nacional y popular.
Carrillo trabajó con Perón en un proyecto que abarcaba la Salud Pública y la Educación. Después de las elecciones que llevaron al Partido Laborista al Poder, el doctor Carrillo pasó a ocupar un lugar importantísimo en la estructura del naciente peronismo.
El 29 de Mayo mediante un decreto del Poder Ejecutivo, el profesor doctor fue designado Secretario de Salud Pública, y luego Ministro, cargo que asumiría el día 4 de Junio de 1946. El impulso que le dio el gobierno peronista a la salud pública y los medios con que amplió su presupuesto, alcanzó resultados ampliamente positivos.
Programa de Salud Pública del doctor Ramón Carrillo.
La presencia del Neurocirujano santiagueño divide en dos la historia de la sanidad Argentina. La etapa anterior a él fue ironizada por Juan Perón de este modo: “interesaba más la salud de los animales porque éstos tenían buen precio, en cambio un hombre no se cotizaba ni en ferias ni en mercados”. Y agregaba el líder justicialista: “se combatía la garrapata y la langosta en el norte, pero el paludismo que azotaba su población no había llamado la atención de los poderes públicos. La lepra en el litoral era un problema serio. La tuberculosis y la sífilis eran verdaderos flagelos nacionales, ayudados por la abandono de las autoridades.
Colaboradores del doctor Ramón Carrillo.
El Ministro de Salud Pública halló pronto al colaborador adecuado, Carlos Alberto Alvarado, un médico de unos 40 años que trabajaba en el Departamento Nacional de Higiene, a quien Carrillo puso al frente de la Dirección de Paludismo (transmitida por el mosquito de zonas pantanosas, y que dejaba cada año 120.000 víctimas nuevas).
Secundado por el doctor Jorge Argentino Coll y después de un estudio cuidadoso del problema Alvarado organizó “una de las primeras campañas de erradicación del paludismo en las Américas y en el mundo”.Con DDT, producto hacía poco descubierto y en acción desplegada pueblo por pueblo y casa por casa, los “chuchos” dejaron de ser el azote de una vasta región que abarcaba las provincias de: Catamarca, La Rioja, Tucumán, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
Baja del índice de Mortalidad.
La política sanitaria del gobierno, ejecutada por Carrillo, logró que el índice de mortalidad infantil, de 90 por 1.000 en 1.940, descendiera en 1.951 a 56 por 1.000. La mortalidad por tuberculosis (enfermedad infecciosa y contagiosa del hombre y de los animales, causada por el bacilo de Koch) cuyo índice de 1.946 ascendía a 130 por 100.000, bajó a 36 por 100.000 en 1.954.
En cuanto a las enfermedades venéreas (contraídas por contacto sexual) las mismas fueron eliminadas, y la lepra (infección crónica de la piel) fue reducida y aislada en el litoral y nordeste. En cuanto al paludismo dijo Carrillo: “y tuvimos la suerte, en cuatro o cinco años de terminar con el mismo”.
La Revolución del ‘55.
El Doctor Carrillo no hubiera podido hacer nada de lo que hizo, de no haber contado con el aval, la amistad y la colaboración de Evita. Todos los proyectos que salían del Ministerio eran tomados y llevados a cabo por la Fundación Eva Perón, juntos poblaron la Nación de salud pública, gratuita e indiscriminada.
La muerte de Evita lo puso en manos de los Sindicatos, aquellos que quisieron quedarse, y se quedaron con el negocio de la salud a través de las Obras Sociales. Carrillo no quiso ser cómplice y dejó el gobierno. Tal vez viera en el futuro, lo que es hoy la salud pública en la Argentina.
Perón sólo le otorgó al viejo amigo, de quien, junto con Evita, fuera padrino de boda, un cargo de compromiso en Estados Unidos, lejos de las intrigas, envidias y, sobre todo, de intereses por los que Carrillo no transará jamás.
La Revolución del 55’lo encuentra trabajando para una empresa minera norteamericana en Brasil.
Solo, enfermo, abandonado, pero no olvidado, atiende gratis en el destartalado hospital de “Belén Do Para” en un consultorio improvisado debajo de una escalera, y viaja por el río al centro del Matto Grosso para atender al personal de la mina.
Carrillo muere de un ataque de presión en su humilde casa del nordeste brasileño y, entonces si, al destierro se le suma el olvido, para cerrar el lazo de la peor deshonra que a un hombre se le puede hacer.
Conclusión:
Desde nuestro punto de vista, Ramón Carrillo fue un hombre que demostró un gran interés por la medicina.
Sin embargo nuestra conclusión, luego de haber leído la obra del doctor Carrillo es que por haber humanizado la medicina y considerar que el enfermo es un hombre, un padre de familia, un individuo que trabaja y que sufre; es que en la actualidad sus importantes obras son muy poco reconocidas o difundidas.
BIBLIOGRAFÍA.
1- AUTOR: Ramón Prieto.
EDITORIAL: Sudamericana.
2- AUTOR: Fermín Chávez.
EDITORIAL: Oriente.
AÑO: 1984.
3- AUTOR: Fermín Chávez.
EDITORIAL: Oriente.
AÑO: 1993.
4- AUTOR: Porter Hnos.
EDITORIAL: Veritas.
AÑO: 1946.
5- AUTOR: Diego Abad de Santillán.
EDITORIAL: Argentina.
AÑO: 1971.
Índice:
1- Introducción.
2- Cuestionario.
3- La Política Peronista del ’45 al ’55.
4- La Política Social y la Salud.
5- Ramón Carrillo. Primer Ministro de Salud de la Nación.
6- Un lugar importante en el Gobierno: Colaboradores- Baja del índice de Mortalidad.
7- Programa de Salud Pública del doctor Ramón Carrillo.
8- La Revolución del ’55.
9- Bibliografía.
10- Conclusión.
INVESTIGACIÓN
TEMA: REVOLUCION SANITARIA (1946-1955) DOCTOR RAMON CARRILLO.
PROFESOR: RAMON CIERI.
INSTITUTO: JOSE MANUEL ESTRADA
AÑO: 9º
INTEGRANTES: KAREN
LAURA
XIMENA
1-¿Quién fue Ramón Carrillo?
2-¿Qué obras realizó?
3-¿Qué descubrimientos aportó a favor de la salud?
4-¿Qué valores podemos destacar de la vida de Carrillo?
5-¿Fue el doctor Carrillo un ejemplo para los médicos que prestan
servicios en la actualidad?
Introducción.
El doctor Carrillo marcó un interés especial en áreas que el estado no había profundizado hasta entonces: la medicina preventiva, la medicina social y la atención materno-infantil.
Como ejemplo de su pensamiento podemos referirnos a sus dichos:
· La medicina moderna tiende a ocuparse de la salud y de los sanos y el objetivo principal es ya no curar al enfermo sino evitar estar enfermo.
· La medicina no solo debe curar enfermos sino enseñar al pueblo a vivir, a vivir en salud y tratar que la vida se prolongue y sea digna de ser vivida.
DESARROLLO.
REVOLUCION SANITARIA. RAMON CARRILLO.
La Política Peronista del ‘45 al ‘55.
En el programa de gobierno que expuso ante el parlamento el general Perón, denotaba una preocupación especial por la salud pública, la educación, la ampliación de las conquistas sociales, las obras públicas, la industrialización del país, una serie de principios pendientes a una reforma agraria tradicional, que ha demostrado su total distanciamiento de los principios y los factores que hacen a la mayor productividad de la tierra y a la liberación de los hombres que la trabajan, también las relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo, la no intervención y el derecho de los pueblos a darse la forma de gobierno que consideren mejor. En lo referente a la política económica la consideraba expuesta a través del Plan Quinquenal (dura 5 años).
En lo que hace a la salud pública, el impulso que le dio el gobierno peronista y los medios con que amplió su presupuesto, alcanzó resultados ampliamente positivos.
La Política Social y la Salud.
Si alguien preguntara alguna vez que figuras de aquella década simbolizan el humanismo social definido por Perón no dudaría en responder: Evita Duarte y Ramón Carrillo, dos expresiones singulares del genio americano.
La sensibilidad hacia el pueblo trabajador que se expresaba a través de una política y una asistencia social, no podía permanecer indiferente ante la problemática de la salud, tema vinculado estrechamente a la justicia y a la dignidad de la persona humana.
“En un país como el nuestro, en cuyas estancias había toros gordos y peones flacos, en donde la salud de las vacas interesaba más que las personas, había un Ministerio de Agricultura pero no un Ministerio de Salud Pública. Una de las medidas que tomamos nosotros fue la de crearlo”. (Perón).
Ramón Carrillo. Primer Ministro de Salud de la Nación.
El movimiento que nacía con la llegada de Perón al poder, no solo estaba basado en lo que su líder podía dar sino, también en la tarea de numerosos hombres que brillaron en muchas áreas. Uno de estos hombres fue el doctor Ramón Carrillo quien fue el primero en aplicar en la Argentina una política sanitaria.
Carrillo nació en Santiago del Estero el 7 de Marzo de 1906, hijo del profesor Ramón Carrillo y de la señora María Salomé Gómez Carrillo.
Pasó sus primeros años de vida en su ciudad natal. Cursó sus estudios primarios en la escuela Manuel Belgrano y los secundarios en el Colegio Nacional de Santiago del Estero. Obtuvo su título de Bachiller en 1923, con medalla de oro. Cuando todavía cursaba el secundario, escribió una temprana obra literaria en la que ya dejaba ver su interés por los temas sociales.
En 1924 viajó a Bs. As. Para cursar estudios en la Facultad de Medicinas. Inició sus clases con solo 17 años, siendo el más joven de su curso.
Luego de representar a la Argentina en el Primer Congreso de Neurología en Berna, Suiza, retornó al país y se encontró en medio de una gran crisis económica y política, y en esa etapa continuó buscando el modelo nacional que faltaba en ese momento.
Un lugar importante en el Gobierno.
Al iniciar sus funciones, el doctor Carrillo se encontró con una gran desorganización, con instalaciones sanitarias inadecuadas, y con falta de camas, equipamiento médico, insumos y personal capacitado.
Esto fue lo que motivó a Carrillo comenzar a trabajar en una serie de cambios, es así que conoció a Juan Perón, quien buscaba elaborar un plan nacional y popular.
Carrillo trabajó con Perón en un proyecto que abarcaba la Salud Pública y la Educación. Después de las elecciones que llevaron al Partido Laborista al Poder, el doctor Carrillo pasó a ocupar un lugar importantísimo en la estructura del naciente peronismo.
El 29 de Mayo mediante un decreto del Poder Ejecutivo, el profesor doctor fue designado Secretario de Salud Pública, y luego Ministro, cargo que asumiría el día 4 de Junio de 1946. El impulso que le dio el gobierno peronista a la salud pública y los medios con que amplió su presupuesto, alcanzó resultados ampliamente positivos.
Programa de Salud Pública del doctor Ramón Carrillo.
La presencia del Neurocirujano santiagueño divide en dos la historia de la sanidad Argentina. La etapa anterior a él fue ironizada por Juan Perón de este modo: “interesaba más la salud de los animales porque éstos tenían buen precio, en cambio un hombre no se cotizaba ni en ferias ni en mercados”. Y agregaba el líder justicialista: “se combatía la garrapata y la langosta en el norte, pero el paludismo que azotaba su población no había llamado la atención de los poderes públicos. La lepra en el litoral era un problema serio. La tuberculosis y la sífilis eran verdaderos flagelos nacionales, ayudados por la abandono de las autoridades.
Colaboradores del doctor Ramón Carrillo.
El Ministro de Salud Pública halló pronto al colaborador adecuado, Carlos Alberto Alvarado, un médico de unos 40 años que trabajaba en el Departamento Nacional de Higiene, a quien Carrillo puso al frente de la Dirección de Paludismo (transmitida por el mosquito de zonas pantanosas, y que dejaba cada año 120.000 víctimas nuevas).
Secundado por el doctor Jorge Argentino Coll y después de un estudio cuidadoso del problema Alvarado organizó “una de las primeras campañas de erradicación del paludismo en las Américas y en el mundo”.Con DDT, producto hacía poco descubierto y en acción desplegada pueblo por pueblo y casa por casa, los “chuchos” dejaron de ser el azote de una vasta región que abarcaba las provincias de: Catamarca, La Rioja, Tucumán, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
Baja del índice de Mortalidad.
La política sanitaria del gobierno, ejecutada por Carrillo, logró que el índice de mortalidad infantil, de 90 por 1.000 en 1.940, descendiera en 1.951 a 56 por 1.000. La mortalidad por tuberculosis (enfermedad infecciosa y contagiosa del hombre y de los animales, causada por el bacilo de Koch) cuyo índice de 1.946 ascendía a 130 por 100.000, bajó a 36 por 100.000 en 1.954.
En cuanto a las enfermedades venéreas (contraídas por contacto sexual) las mismas fueron eliminadas, y la lepra (infección crónica de la piel) fue reducida y aislada en el litoral y nordeste. En cuanto al paludismo dijo Carrillo: “y tuvimos la suerte, en cuatro o cinco años de terminar con el mismo”.
La Revolución del ‘55.
El Doctor Carrillo no hubiera podido hacer nada de lo que hizo, de no haber contado con el aval, la amistad y la colaboración de Evita. Todos los proyectos que salían del Ministerio eran tomados y llevados a cabo por la Fundación Eva Perón, juntos poblaron la Nación de salud pública, gratuita e indiscriminada.
La muerte de Evita lo puso en manos de los Sindicatos, aquellos que quisieron quedarse, y se quedaron con el negocio de la salud a través de las Obras Sociales. Carrillo no quiso ser cómplice y dejó el gobierno. Tal vez viera en el futuro, lo que es hoy la salud pública en la Argentina.
Perón sólo le otorgó al viejo amigo, de quien, junto con Evita, fuera padrino de boda, un cargo de compromiso en Estados Unidos, lejos de las intrigas, envidias y, sobre todo, de intereses por los que Carrillo no transará jamás.
La Revolución del 55’lo encuentra trabajando para una empresa minera norteamericana en Brasil.
Solo, enfermo, abandonado, pero no olvidado, atiende gratis en el destartalado hospital de “Belén Do Para” en un consultorio improvisado debajo de una escalera, y viaja por el río al centro del Matto Grosso para atender al personal de la mina.
Carrillo muere de un ataque de presión en su humilde casa del nordeste brasileño y, entonces si, al destierro se le suma el olvido, para cerrar el lazo de la peor deshonra que a un hombre se le puede hacer.
Conclusión:
Desde nuestro punto de vista, Ramón Carrillo fue un hombre que demostró un gran interés por la medicina.
Sin embargo nuestra conclusión, luego de haber leído la obra del doctor Carrillo es que por haber humanizado la medicina y considerar que el enfermo es un hombre, un padre de familia, un individuo que trabaja y que sufre; es que en la actualidad sus importantes obras son muy poco reconocidas o difundidas.
BIBLIOGRAFÍA.
1- AUTOR: Ramón Prieto.
EDITORIAL: Sudamericana.
2- AUTOR: Fermín Chávez.
EDITORIAL: Oriente.
AÑO: 1984.
3- AUTOR: Fermín Chávez.
EDITORIAL: Oriente.
AÑO: 1993.
4- AUTOR: Porter Hnos.
EDITORIAL: Veritas.
AÑO: 1946.
5- AUTOR: Diego Abad de Santillán.
EDITORIAL: Argentina.
AÑO: 1971.
Índice:
1- Introducción.
2- Cuestionario.
3- La Política Peronista del ’45 al ’55.
4- La Política Social y la Salud.
5- Ramón Carrillo. Primer Ministro de Salud de la Nación.
6- Un lugar importante en el Gobierno: Colaboradores- Baja del índice de Mortalidad.
7- Programa de Salud Pública del doctor Ramón Carrillo.
8- La Revolución del ’55.
9- Bibliografía.
10- Conclusión.
Etiquetas:
Trabajo de Investigación Noveno Año 2006
Golpe del 55 “Revolución Libertadora”
INSTITUTO
“JOSÉ MANUEL ESTRADA”
Trabajo De Investigación
Tema: Golpe del 55, “Revolución Libertadora”
Profesor: Cieri, Ramón Enrique
Alumnas: Juliana, Estefanía y Carla.
Curso: 9° año.
Ciclo lectivo: 2006.-
Preguntas:
¿Quienes ocupan la escena política Argentina?
¿Quiénes son desplazados?
1. Los que ocupan la escena política son: El Gral. Lonardi y el Gral.
Perón.
2. Los sectores desplazados, son los trabajadores, las pequeñas y medianas empresas y otros actores de la vida política que habían hecho su aparición con el 17 de Octubre de 1945.
INTRODUCCIÓN:
Los procesos que desembocaron en la conocida revolución “Libertadora”, tuvieron como base, una serie de alianzas de orden político-militar y de importantes sectores jerárquicos de la Iglesia, que se oponían al gobierno del General Perón.
Estos no tardaron en aparecer en escena y fue así que el 16 de junio de 1955, elementos disidentes de la Armada argentina y de la Fuerza Aérea, con el consentimiento de sectores políticos aliados, lanzaron una rebelión en Buenos Aires a través de una serie de bombardeos a la plaza de Mayo, la cual se encontraba poblada por numerosos habitantes que fueron víctimas de esta masacre. Todavía no se tiene con certeza, los datos reales sobre la cantidad de muertes ocurridas aquel día.
Sin embargo, el Ejército de Tierra se mantuvo leal al gobierno y el levantamiento fue prontamente sofocado.
A manera de venganza, durante la noche se produjo la quema de numerosas iglesias. En las semanas siguientes aumentó la tensión a medida que distintas facciones dentro del gobierno y de las Fuerzas Armadas tomaban posiciones; en un discurso pronunciado a fines de agosto, Perón, refiriéndose al asesinato de algunos militantes peronistas, dijo: “Por cada uno de los nuestros que caiga, caerán cinco de ellos”.
Finalmente, el 16 de septiembre, grupos insurgentes de las tres fuerzas, lanzaron una rebelión concertada, llamada la “Revolución Libertadora”, una serie de enfrentamientos que duraron tres días y en los que murieron unas 4.000 personas. Esto provocó la dimisión de Perón y su huida y refugio en una cañonera paraguaya anclada en el puerto de Buenos Aires, de la cual partirá en un avión rumbo al Paraguay, nación hermana que le dará asilo político.
El 20 de septiembre, el líder de los insurgentes, el general de división Eduardo Lonardi, asumió la presidencia provisional, prometiendo restablecer la democracia.
Perón se marchó y completará su exilio, después de Paraguay y debido a la falta de seguridad, en Venezuela, República Dominicana y por último España, en la residencia de Puertas de Hierro, en las afueras de Madrid.
Desarrollo:
El golpe del 55 y la “traición” de los militares:
Los acontecimientos referidos a este proceso que culmina con la “Revolución Fusiladora”, según versa en la jerga popular, fue el desencadenante de una estrategia política de los sectores vinculados con la “oligarquía vacuna”, los sectores encumbrados de la Iglesia, dirigencia política de los principales partidos de oposición y los sectores de las Fuerzas Armadas vinculadas política e ideológicamente a los Estados Unidos e Inglaterra.
El 21 de septiembre mientras aun sonaban los cañones que destruían los últimos edificios, los partidos políticos democráticos manifestaban su apoyo a la revolución triunfante .el presidente de la unión cívica y radical, Arturo Frondizi declara su adhesión al golpe militar junto con socialistas y los democráticos progresistas. Un día antes, Perón se embarcaba en la cañonera “Humaytá” de la armada paraguaya, iniciando su exilio de dieciocho años.
En su etapa cordobesa de gobierno, Lonardi tomo varias medidas, destinadas a liberar a los militares detenidos luego del anterior intento del 16 de junio y algunos de septiembre de 1955 o a restituir sus nombres a las provincias del chaco y de la Pampa. De mayor importancia política eran las manifestaciones de la voluntad de pacificación que se resumirían en el lema Urquicista, “Ni vencedores ni vencidos” slogan este repetido una y otra vez.
Aquella noche del 20 de septiembre, y con Perón ya refugiado, la alianza terminaba con la última resistencia del peronismo en su local de San Martín y Corrientes, hasta que dos tanques cañonearon el edificio. Sólo tres días después, los nacionalistas antiperonistas festejaban el arribo del avión con la inscripción “cristo vence” que transportaba a Lonardi. Aquellos que habían padecido las “persecuciones” fueron recompensados con cargos importantes mientras degustaban la realidad de ver finalmente instalado un régimen corporativista y clerical.
Este gusto que se tornó amargo, cuando el 13 de noviembre Lonardi era desplazado por el general Pedro Eugenio Aramburu, quién trajo consigo al establishment liberal y a los viejos políticos “democráticos”, tan repudiados por los nacionalistas. Ya en 1956, la UNES. se preparaba para una nueva conspiración.
Una incógnita de nuestra historia contemporánea es la siguiente: ¿Cómo pudo Lonardi, con los escasos medios de que disponía, triunfar tan rápidamente? Y de modo correlativo: ¿cómo pudo Perón, aparentemente en la plenitud de su poder, caer tan rápidamente?
Creemos que hay que buscar la respuesta en el terreno del espíritu, aunque parezca raro:
Perón estaba anímicamente vencido en septiembre de 1955, mientras que Lonardi y los suyos estaban decididos a triunfar a cualquier costo.
Lonardi contaba con una totalidad de la marina pero esta arma nunca fue decisiva para resolver un tema de fuerza. Su concepción partía de una base que los hechos revelaron correcta; bastaría establecer un baluarte rebelde en un punto importante del país, para que toda la estructura del régimen peronista se desplomara.
A su vez Perón, que en las semanas anteriores había ofrecido la paz y la guerra al mismo tiempo, se encontró con que las columnas armadas que mandaban a Córdoba marchaban a desgano, los aviones se daban vuelta (los famosos panqueques) y desconfiaba de su generalato.
No armó a los sindicatos, como tantas veces había dicho, permaneció en silencio y virtualmente no dirigió las operaciones de la represión.
El hijo de Lonardi, en su libro “Dios es justo”, relata que la consigna impartida por su padre al iniciar el movimiento fue la de “actuar con la máxima brutalidad”. Es que los rebeldes tenían la sensación, justificada o no, de que se jugaban la vida: las alocadas palabras de Perón el 1° de
agosto así lo aseguraban.
De parte del oficialismo, en cambio, el secretario de la CGT pedía calma.
Todo esto era la consecuencia a mi juicio, de la larga hegemonía de Perón.
Había inevitablemente cometido errores y se había aislado de grandes sectores de la sociedad, su causa había perdido animación y fe. Es indudable que medio país lo seguía apoyando pero también es innegable, que nadie salió a la calle para defenderlo y las declaraciones del sector oficialista no estimularon a ninguna resistencia. Esta visión de algunos autores es totalmente contradictoria con otras que hablan de una real resistencia en ciudades donde la presencia activa de los gremios era realmente importante.
Así el poder peronista, aparentemente inconmovible, se derrumbó en cuatro días frente al avance de unos buques de guerra que en el peor de los casos podían disparar algunos cañonazos, pero que no estaban en condiciones de decir nada, y frente a un Lonardi citado en el centro de Córdoba. Esto es, a juicio de este autor, una lección sobre el cansancio del poder, sobre el error de la perpetuación en gobierno y sobre la necesidad de que toda empresa política esté vertebrada por una moción espiritual que la lleve adelante.
Los trabajos de otros autores mencionan la presencia de buques ingleses en las costas del Plata y también de que fueron estos los que armaron a flota argentina, casi desmantelada luego de los sucesos de junio.
El 16 de septiembre a la madrugada el general retirado Lonardi, rodeado de un pequeño grupo de jóvenes oficiales, se instalaba en un regimiento situado en las cercanías de la ciudad de Córdoba, mientras algunas unidades de la flota del mar Zarpaban del Puerto Belgrano con rumbo al Río de La Plata. Y el 21 del mismo mes, también a la madrugada, el general Juan Perón, se aislaba en
la embajada del Paraguay. La revolución libertadora había triunfado, casi sin lucha, y se clausuraba la década de la experiencia peronista.
Palabra más, y ahora con la visión de uno de los autores: con la perspectiva que dan los años, creo que la revolución liberadora fue un hecho negativo. Si no hubiera ocurrido, Perón habría tenido que reformar su régimen, ampliando la apertura iniciada en junio, y es probable que su mandato terminara con la derrota electoral de su partido.
Derrocado revolucionariamente, no concluyó la parábola de sus rectificaciones y hecho de fuerza abrió una larga etapa de gobiernos constitucionales débiles y condicionados, y de regímenes de facto invariablemente concluidos en el fracaso. Pero esto es lo que podemos apreciar hoy.
La historia nos lega una realidad y es que esta escrita de diferentes maneras y desde diferentes puntos de vista, pues es cierto que muchas apreciaciones actuales, sobre todo de gente comprometida con aquel proceso que derroca a Perón, hoy ve el hecho como un error, pero que en ese momento jugaron un papel sin haberse dado cuenta, o no, al servicio de intereses que no eran precisamente nacionales y populares.
Conclusión:
El trabajo asignado nos pareció muy interesante ya que pudimos ver, al menos dos puntos de vista sobre un proceso poco claro para nosotras. Entender los importantes hechos que fueron ocurriendo en esa etapa de la historia argentina, ayuda a comprender otros posteriores que seguramente mas adelante iremos viendo.
Nos queda en claro que esta situación en este momento histórico, fue un hecho que enfrentó a dos formas de actuar en política, una en el gobierno y representada por la producción y el trabajo, los derechos sociales y la justicia social y otra totalmente opuesta representada por los intereses de los grandes propietarios de campos y ganado y otros de orden religioso, político y militar que fueron funcionales a intereses distintos a los que estaban en el poder.
Bibliografía:
1- Internet
2- Encarta, Microsoft Word
3- Historia Argentina; Fermín Chavez.
Editorial Oriente S. A.
A 50 años del derrocamiento de Juan Domingo Perón
Indice:
# Caratula. Pagina 1
# Preguntas y respuestas. Pagina 2
# Introducción
Pagina 3
# Desarrollo
Pagina 4
# Conclusión
Pagina 7
# Conclusión, hipótesis y bibliografía. Pagina 8
“JOSÉ MANUEL ESTRADA”
Trabajo De Investigación
Tema: Golpe del 55, “Revolución Libertadora”
Profesor: Cieri, Ramón Enrique
Alumnas: Juliana, Estefanía y Carla.
Curso: 9° año.
Ciclo lectivo: 2006.-
Preguntas:
¿Quienes ocupan la escena política Argentina?
¿Quiénes son desplazados?
1. Los que ocupan la escena política son: El Gral. Lonardi y el Gral.
Perón.
2. Los sectores desplazados, son los trabajadores, las pequeñas y medianas empresas y otros actores de la vida política que habían hecho su aparición con el 17 de Octubre de 1945.
INTRODUCCIÓN:
Los procesos que desembocaron en la conocida revolución “Libertadora”, tuvieron como base, una serie de alianzas de orden político-militar y de importantes sectores jerárquicos de la Iglesia, que se oponían al gobierno del General Perón.
Estos no tardaron en aparecer en escena y fue así que el 16 de junio de 1955, elementos disidentes de la Armada argentina y de la Fuerza Aérea, con el consentimiento de sectores políticos aliados, lanzaron una rebelión en Buenos Aires a través de una serie de bombardeos a la plaza de Mayo, la cual se encontraba poblada por numerosos habitantes que fueron víctimas de esta masacre. Todavía no se tiene con certeza, los datos reales sobre la cantidad de muertes ocurridas aquel día.
Sin embargo, el Ejército de Tierra se mantuvo leal al gobierno y el levantamiento fue prontamente sofocado.
A manera de venganza, durante la noche se produjo la quema de numerosas iglesias. En las semanas siguientes aumentó la tensión a medida que distintas facciones dentro del gobierno y de las Fuerzas Armadas tomaban posiciones; en un discurso pronunciado a fines de agosto, Perón, refiriéndose al asesinato de algunos militantes peronistas, dijo: “Por cada uno de los nuestros que caiga, caerán cinco de ellos”.
Finalmente, el 16 de septiembre, grupos insurgentes de las tres fuerzas, lanzaron una rebelión concertada, llamada la “Revolución Libertadora”, una serie de enfrentamientos que duraron tres días y en los que murieron unas 4.000 personas. Esto provocó la dimisión de Perón y su huida y refugio en una cañonera paraguaya anclada en el puerto de Buenos Aires, de la cual partirá en un avión rumbo al Paraguay, nación hermana que le dará asilo político.
El 20 de septiembre, el líder de los insurgentes, el general de división Eduardo Lonardi, asumió la presidencia provisional, prometiendo restablecer la democracia.
Perón se marchó y completará su exilio, después de Paraguay y debido a la falta de seguridad, en Venezuela, República Dominicana y por último España, en la residencia de Puertas de Hierro, en las afueras de Madrid.
Desarrollo:
El golpe del 55 y la “traición” de los militares:
Los acontecimientos referidos a este proceso que culmina con la “Revolución Fusiladora”, según versa en la jerga popular, fue el desencadenante de una estrategia política de los sectores vinculados con la “oligarquía vacuna”, los sectores encumbrados de la Iglesia, dirigencia política de los principales partidos de oposición y los sectores de las Fuerzas Armadas vinculadas política e ideológicamente a los Estados Unidos e Inglaterra.
El 21 de septiembre mientras aun sonaban los cañones que destruían los últimos edificios, los partidos políticos democráticos manifestaban su apoyo a la revolución triunfante .el presidente de la unión cívica y radical, Arturo Frondizi declara su adhesión al golpe militar junto con socialistas y los democráticos progresistas. Un día antes, Perón se embarcaba en la cañonera “Humaytá” de la armada paraguaya, iniciando su exilio de dieciocho años.
En su etapa cordobesa de gobierno, Lonardi tomo varias medidas, destinadas a liberar a los militares detenidos luego del anterior intento del 16 de junio y algunos de septiembre de 1955 o a restituir sus nombres a las provincias del chaco y de la Pampa. De mayor importancia política eran las manifestaciones de la voluntad de pacificación que se resumirían en el lema Urquicista, “Ni vencedores ni vencidos” slogan este repetido una y otra vez.
Aquella noche del 20 de septiembre, y con Perón ya refugiado, la alianza terminaba con la última resistencia del peronismo en su local de San Martín y Corrientes, hasta que dos tanques cañonearon el edificio. Sólo tres días después, los nacionalistas antiperonistas festejaban el arribo del avión con la inscripción “cristo vence” que transportaba a Lonardi. Aquellos que habían padecido las “persecuciones” fueron recompensados con cargos importantes mientras degustaban la realidad de ver finalmente instalado un régimen corporativista y clerical.
Este gusto que se tornó amargo, cuando el 13 de noviembre Lonardi era desplazado por el general Pedro Eugenio Aramburu, quién trajo consigo al establishment liberal y a los viejos políticos “democráticos”, tan repudiados por los nacionalistas. Ya en 1956, la UNES. se preparaba para una nueva conspiración.
Una incógnita de nuestra historia contemporánea es la siguiente: ¿Cómo pudo Lonardi, con los escasos medios de que disponía, triunfar tan rápidamente? Y de modo correlativo: ¿cómo pudo Perón, aparentemente en la plenitud de su poder, caer tan rápidamente?
Creemos que hay que buscar la respuesta en el terreno del espíritu, aunque parezca raro:
Perón estaba anímicamente vencido en septiembre de 1955, mientras que Lonardi y los suyos estaban decididos a triunfar a cualquier costo.
Lonardi contaba con una totalidad de la marina pero esta arma nunca fue decisiva para resolver un tema de fuerza. Su concepción partía de una base que los hechos revelaron correcta; bastaría establecer un baluarte rebelde en un punto importante del país, para que toda la estructura del régimen peronista se desplomara.
A su vez Perón, que en las semanas anteriores había ofrecido la paz y la guerra al mismo tiempo, se encontró con que las columnas armadas que mandaban a Córdoba marchaban a desgano, los aviones se daban vuelta (los famosos panqueques) y desconfiaba de su generalato.
No armó a los sindicatos, como tantas veces había dicho, permaneció en silencio y virtualmente no dirigió las operaciones de la represión.
El hijo de Lonardi, en su libro “Dios es justo”, relata que la consigna impartida por su padre al iniciar el movimiento fue la de “actuar con la máxima brutalidad”. Es que los rebeldes tenían la sensación, justificada o no, de que se jugaban la vida: las alocadas palabras de Perón el 1° de
agosto así lo aseguraban.
De parte del oficialismo, en cambio, el secretario de la CGT pedía calma.
Todo esto era la consecuencia a mi juicio, de la larga hegemonía de Perón.
Había inevitablemente cometido errores y se había aislado de grandes sectores de la sociedad, su causa había perdido animación y fe. Es indudable que medio país lo seguía apoyando pero también es innegable, que nadie salió a la calle para defenderlo y las declaraciones del sector oficialista no estimularon a ninguna resistencia. Esta visión de algunos autores es totalmente contradictoria con otras que hablan de una real resistencia en ciudades donde la presencia activa de los gremios era realmente importante.
Así el poder peronista, aparentemente inconmovible, se derrumbó en cuatro días frente al avance de unos buques de guerra que en el peor de los casos podían disparar algunos cañonazos, pero que no estaban en condiciones de decir nada, y frente a un Lonardi citado en el centro de Córdoba. Esto es, a juicio de este autor, una lección sobre el cansancio del poder, sobre el error de la perpetuación en gobierno y sobre la necesidad de que toda empresa política esté vertebrada por una moción espiritual que la lleve adelante.
Los trabajos de otros autores mencionan la presencia de buques ingleses en las costas del Plata y también de que fueron estos los que armaron a flota argentina, casi desmantelada luego de los sucesos de junio.
El 16 de septiembre a la madrugada el general retirado Lonardi, rodeado de un pequeño grupo de jóvenes oficiales, se instalaba en un regimiento situado en las cercanías de la ciudad de Córdoba, mientras algunas unidades de la flota del mar Zarpaban del Puerto Belgrano con rumbo al Río de La Plata. Y el 21 del mismo mes, también a la madrugada, el general Juan Perón, se aislaba en
la embajada del Paraguay. La revolución libertadora había triunfado, casi sin lucha, y se clausuraba la década de la experiencia peronista.
Palabra más, y ahora con la visión de uno de los autores: con la perspectiva que dan los años, creo que la revolución liberadora fue un hecho negativo. Si no hubiera ocurrido, Perón habría tenido que reformar su régimen, ampliando la apertura iniciada en junio, y es probable que su mandato terminara con la derrota electoral de su partido.
Derrocado revolucionariamente, no concluyó la parábola de sus rectificaciones y hecho de fuerza abrió una larga etapa de gobiernos constitucionales débiles y condicionados, y de regímenes de facto invariablemente concluidos en el fracaso. Pero esto es lo que podemos apreciar hoy.
La historia nos lega una realidad y es que esta escrita de diferentes maneras y desde diferentes puntos de vista, pues es cierto que muchas apreciaciones actuales, sobre todo de gente comprometida con aquel proceso que derroca a Perón, hoy ve el hecho como un error, pero que en ese momento jugaron un papel sin haberse dado cuenta, o no, al servicio de intereses que no eran precisamente nacionales y populares.
Conclusión:
El trabajo asignado nos pareció muy interesante ya que pudimos ver, al menos dos puntos de vista sobre un proceso poco claro para nosotras. Entender los importantes hechos que fueron ocurriendo en esa etapa de la historia argentina, ayuda a comprender otros posteriores que seguramente mas adelante iremos viendo.
Nos queda en claro que esta situación en este momento histórico, fue un hecho que enfrentó a dos formas de actuar en política, una en el gobierno y representada por la producción y el trabajo, los derechos sociales y la justicia social y otra totalmente opuesta representada por los intereses de los grandes propietarios de campos y ganado y otros de orden religioso, político y militar que fueron funcionales a intereses distintos a los que estaban en el poder.
Bibliografía:
1- Internet
2- Encarta, Microsoft Word
3- Historia Argentina; Fermín Chavez.
Editorial Oriente S. A.
A 50 años del derrocamiento de Juan Domingo Perón
Indice:
# Caratula. Pagina 1
# Preguntas y respuestas. Pagina 2
# Introducción
Pagina 3
# Desarrollo
Pagina 4
# Conclusión
Pagina 7
# Conclusión, hipótesis y bibliografía. Pagina 8
Etiquetas:
Trabajo de Investigación Noveno Año 2006
Golpe de Estado de 1966.
Trabajo Práctico Nº 2
Materia: Historia.
Profesor: Cieri Ramón.
Curso: 1° Polimodal ´´A´´
Integrantes: Martínez Cintia y Coquoz Maria de los Ángeles.
Tema: Golpe de Estado de 1966/ 73.
La noche de los Bastones Largos.
Represión en las Universidades.
Fuga de Cerebros.
Golpe de Estado de 1966/ 73
Este Golpe se hace llamar Revolución Argentina, cuyo objetivo es controlar las políticas públicas bajo la imposición de un Estado Burocrático Autoritario y eliminar toda idea política, así como también a quienes las sostengan. Además, suprimir la prensa y apoyar masivamente a las empresas extranjeras. Fue designado presidente Juan Carlos Onganía, quien daba el ejemplo: no manejaba nada de política, ni siquiera quienes lo acompañaban en el gobierno, ya que se trataba más bien de gente relacionada a empresas, de tendencia nacionalista y conservadora. Lo que se dispuso en el gobierno era reemplazar la Constitución Nacional por el ‘’ Estatuto de la Revolución’’, y suprimir los gastos de los sectores pobres. Los sueldos, los despidos y los beneficios para los trabajadores, son características del plan del gobierno.
La dictadura militar tenía como rol, normalizar la economía de la Argentina, que fue afectada por una inflación producto del estancamiento económico, para lo cual se implementaron medidas, como por ejemplo: El plan Estabilización. Este plan beneficio al sector capitalista, pero no al sector asalariado, en donde se estancaron sus salarios y anularon sus actividades sindicalistas.
El gobierno toma un rol intervencionista, como base de organización política, que incluía la eliminación de los partidos políticos y todo lo que se relaciona a la democracia. Y los nuevos partidos, eran por empresarios o funcionarios administrativos, y esto llevo a la violencia. Los sectores obreros resistieron los cambios impuestos en la dictadura, porque repercutían negativamente en este sector. La sociedad entera se encontró sin instituciones que aporten apoyo y respaldo a sus demandas.
El gobierno d Onganía es reconocido por los militares liberales como autoritarios y con una característica fascista, por lo que entran en un desacuerdo y enfrentamientos. Y trae como consecuencia, que los opuestos al presidente son destituidos y reemplazados.
Y fines de la década de ’60, el gobierno establece órdenes de prohibición:
· Anular la actividad política, clausurar y censurar los medios de comunicación y reprimir toda forma de manifestación.
· Suprimir instituciones legales que atendían los reclamos de la sociedad.
· Intervenir las universidades.
La noche de los Bastones Largos
La universidad estaba llena de mentes críticas hacia el gobierno, que acusaba a alumnos y profesores de politización.
La autonomía universitaria, que le otorgaba independencia del Poder Ejecutivo, termino bruscamente con la intervención de las universidades: Onganía quería poner fina la infiltración marxistas y la agitación política. Por una ley del 29 de julio de 1966, todas las autoridades y profesores dependerían del Ministerio del Interior. Profesores y alumnos protestaron por la medida, tomando las facultades.
Fueron expulsados violentamente de las medidas mediante castigo de la policía, en la titulada noche de los Bastones largos en la represión muchos fueron heridos, presos e incluso hubo un muerto, Santiago Pampillón, en Córdoba.
Ante la falta de libertad y la violencia, muchos profesores optaron por renunciar y exiliarse, beneficiando con su excelente formación a países europeos o a Estados Unidos.
Entre los que quedaron, algunos lucharon subterráneamente por la caída del régimen. La Universidad ya no era una isla democrática en medio de un país que no era, y debió soportar muchos profesores y programas oscurantistas.
Represión en las Universidades
La represión comenzó hacia cualquier pensamiento crítico de disidencia o hasta diferencia. El blanco principal fue la Universidad considerada un lugar tipicote infiltración, cuna del comunismo, el lugar de propagación de todo tipo de doctrina disolventes y el foco del desorden. Las universidades fueron intervenidas y se acabo con su autonomía Académica. El 29 de julio de 1966 ´´ la noche de los bastones largos ´´, la policía irrumpió en varias facultades de la Universidad de Buenos Aires y apaleo a muchos profesores y alumnos. Algunos docentes emigraron, otros trataron de reconstruir redes académicas o intelectuales. Mientras tanteen las Universidades reaparecieron los grupos autoritarios, clericales y tradicionalistas que estuvieron antes de 1955.
Fuga de Cerebros
La Argentina tiene una gran tradición, entre muchas otras por supuesto. Se trata de la llamada ´´ fuga de cerebros ´´. Es bien sabido que esta fuga comenzó a darse de manera notable a partir de la llamada ´´ noche de los bastones largo ´´, ocurrida el 29 de julio de 1966, cuando el gobierno militar del General Onganía mandó a reprimir a docentes y alumnos de la Universidad de Buenos Aires. Literalmente entraron a la Universidad, hecho que jamás había ocurrido, rompiendo así con la autonomía universitaria que ya tenía más de 50 años.
El resultado fue de muchos heridos, cientos de detenidos y más de 300 docentes expulsados que se fueron yendo del país. Esta noche marco un punto de inflexión en el desarrollo científico argentino y abrió una larga etapa de decadencia de la universidad nacional.
Materia: Historia.
Profesor: Cieri Ramón.
Curso: 1° Polimodal ´´A´´
Integrantes: Martínez Cintia y Coquoz Maria de los Ángeles.
Tema: Golpe de Estado de 1966/ 73.
La noche de los Bastones Largos.
Represión en las Universidades.
Fuga de Cerebros.
Golpe de Estado de 1966/ 73
Este Golpe se hace llamar Revolución Argentina, cuyo objetivo es controlar las políticas públicas bajo la imposición de un Estado Burocrático Autoritario y eliminar toda idea política, así como también a quienes las sostengan. Además, suprimir la prensa y apoyar masivamente a las empresas extranjeras. Fue designado presidente Juan Carlos Onganía, quien daba el ejemplo: no manejaba nada de política, ni siquiera quienes lo acompañaban en el gobierno, ya que se trataba más bien de gente relacionada a empresas, de tendencia nacionalista y conservadora. Lo que se dispuso en el gobierno era reemplazar la Constitución Nacional por el ‘’ Estatuto de la Revolución’’, y suprimir los gastos de los sectores pobres. Los sueldos, los despidos y los beneficios para los trabajadores, son características del plan del gobierno.
La dictadura militar tenía como rol, normalizar la economía de la Argentina, que fue afectada por una inflación producto del estancamiento económico, para lo cual se implementaron medidas, como por ejemplo: El plan Estabilización. Este plan beneficio al sector capitalista, pero no al sector asalariado, en donde se estancaron sus salarios y anularon sus actividades sindicalistas.
El gobierno toma un rol intervencionista, como base de organización política, que incluía la eliminación de los partidos políticos y todo lo que se relaciona a la democracia. Y los nuevos partidos, eran por empresarios o funcionarios administrativos, y esto llevo a la violencia. Los sectores obreros resistieron los cambios impuestos en la dictadura, porque repercutían negativamente en este sector. La sociedad entera se encontró sin instituciones que aporten apoyo y respaldo a sus demandas.
El gobierno d Onganía es reconocido por los militares liberales como autoritarios y con una característica fascista, por lo que entran en un desacuerdo y enfrentamientos. Y trae como consecuencia, que los opuestos al presidente son destituidos y reemplazados.
Y fines de la década de ’60, el gobierno establece órdenes de prohibición:
· Anular la actividad política, clausurar y censurar los medios de comunicación y reprimir toda forma de manifestación.
· Suprimir instituciones legales que atendían los reclamos de la sociedad.
· Intervenir las universidades.
La noche de los Bastones Largos
La universidad estaba llena de mentes críticas hacia el gobierno, que acusaba a alumnos y profesores de politización.
La autonomía universitaria, que le otorgaba independencia del Poder Ejecutivo, termino bruscamente con la intervención de las universidades: Onganía quería poner fina la infiltración marxistas y la agitación política. Por una ley del 29 de julio de 1966, todas las autoridades y profesores dependerían del Ministerio del Interior. Profesores y alumnos protestaron por la medida, tomando las facultades.
Fueron expulsados violentamente de las medidas mediante castigo de la policía, en la titulada noche de los Bastones largos en la represión muchos fueron heridos, presos e incluso hubo un muerto, Santiago Pampillón, en Córdoba.
Ante la falta de libertad y la violencia, muchos profesores optaron por renunciar y exiliarse, beneficiando con su excelente formación a países europeos o a Estados Unidos.
Entre los que quedaron, algunos lucharon subterráneamente por la caída del régimen. La Universidad ya no era una isla democrática en medio de un país que no era, y debió soportar muchos profesores y programas oscurantistas.
Represión en las Universidades
La represión comenzó hacia cualquier pensamiento crítico de disidencia o hasta diferencia. El blanco principal fue la Universidad considerada un lugar tipicote infiltración, cuna del comunismo, el lugar de propagación de todo tipo de doctrina disolventes y el foco del desorden. Las universidades fueron intervenidas y se acabo con su autonomía Académica. El 29 de julio de 1966 ´´ la noche de los bastones largos ´´, la policía irrumpió en varias facultades de la Universidad de Buenos Aires y apaleo a muchos profesores y alumnos. Algunos docentes emigraron, otros trataron de reconstruir redes académicas o intelectuales. Mientras tanteen las Universidades reaparecieron los grupos autoritarios, clericales y tradicionalistas que estuvieron antes de 1955.
Fuga de Cerebros
La Argentina tiene una gran tradición, entre muchas otras por supuesto. Se trata de la llamada ´´ fuga de cerebros ´´. Es bien sabido que esta fuga comenzó a darse de manera notable a partir de la llamada ´´ noche de los bastones largo ´´, ocurrida el 29 de julio de 1966, cuando el gobierno militar del General Onganía mandó a reprimir a docentes y alumnos de la Universidad de Buenos Aires. Literalmente entraron a la Universidad, hecho que jamás había ocurrido, rompiendo así con la autonomía universitaria que ya tenía más de 50 años.
El resultado fue de muchos heridos, cientos de detenidos y más de 300 docentes expulsados que se fueron yendo del país. Esta noche marco un punto de inflexión en el desarrollo científico argentino y abrió una larga etapa de decadencia de la universidad nacional.
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PA,
Trabajo de Investigación Primero Polimodal 2008
Bombardeo a Plaza de Mayo 16/06/1955
Trabajo Práctico Nº 2
Integrantes:
Reynoso, Vera
Rodriguez, Valeria
Asignatura:
Historia
Curso:
9no. Año
Docente:
Cieri, Ramón
Instituto:
San Vicente de Paúl D-88
Ciclo Lectivo:
2008
Índice
Carátula ..………………………………………………….… 1
Índice …………………………………………………….…… 2
Introducción ………………………………………..………. 3
Causas ………………………………………………………… 3
Consecuencias ……………………………………………… 4
Conclusión …………………………………………………… 5
El bombardeo
A las 12.40, la escuadra de treinta y cuatro aviones de la Marina de Guerra argentina que había estado sobrevolando la ciudad desde hacia bastante tiempo anfibios, iniciaron sus bombardeos y ametrallamientos al área de la Plaza de Mayo.
La sorpresa del ataque hizo que el mismo cayera sobre la población, que realizaba sus actividades normales. Entre las primeras víctimas cayeron los ocupantes de los vehículos de pasajeros. Un trolebús, repleto de pasajeros, recibió una bomba de lleno, muriendo todos los ocupantes.
Fue el bautismo de fuego de la Aviación Naval Argentina, hubo un segundo, “bautismo” el 1.º de mayo de 1982, en la guerra de las Malvinas. Se arrojaron 9500 kg de bombas, causando la muerte a 364 personas y heridas a más de 800. Como no consiguieron bombas de alto explosivo, emplearon contra la ciudad abierta bombas de fragmentación de 50 kg, provocando rápidamente cientos de víctimas y daños materiales.
Fue el cuarto bombardeo de Buenos Aires; la primera en ocasión de las ocupaciones inglesas de 1806 y 1807, la segunda en ocasión del Combate de los Pozos (1811) y la tercera cuando se produjo la Revolución del Parque (1890).
Las evacuaciones médicas se iniciaron de inmediato, algunas incluso entre los bombardeos aéreos y por los habitantes que se encontraban en las inmediaciones. Esto provocó que algunos más cayeran.
Causas
Desde 1945 se habían producido conspiraciones e intentonas de golpes militares por parte de la reacción al gobierno del general Juan Domingo Perón.
En 1951 se había producido un intento fracasado de golpe de estado por parte de ramas conservadoras del Ejército.
En 1953 tras el incremento de la tensión política se iniciaron a partir del año siguiente nuevos movimientos conspirativos en el seno de la Marina de Guerra, con epicentro en la Base Naval de Puerto Belgrano. Sin embargo, los opositores militares a Perón no lograron cristalizar una opción política a su gobierno.
A inicios de 1955 un grupo de oficiales intermedios de la Armada y Fuerza Aérea promovieron otro levantamiento. Requiriendo un líder militar que aceptara tal cometido, lograron hacerse eco del contralmirante de infantería de marina Samuel Toranzo Calderón. Se mantuvieron contactos conspirativos con el general (retirado) Eduardo Lonardi y el general Pedro Eugenio Aramburu, quienes no apoyaron momentáneamente el movimiento por considerarlo prematuro (Lonardi) o por carecer de tropas bajo su mando. Para el 23 de abril los conspiradores lograron contar con el apoyo del general Bengoa, quien disponía de mando de tropas en Paraná (Entre Ríos). No obstante estos apoyos militares, no fue mucho lo que pudieron cosechar dentro de los partidos políticos, pues si bien con los partidos Nacionalista Católico (de derechas) y el Partido Socialista de Argentina (de izquierdas) acordaban el derrocamiento de Perón, poco más compartían en común.
Los conspiradores no parecen haber definido ningún acuerdo sobre el programa que seguirían una vez consumado el derrocamiento, fuera de establecer un régimen encabezado por una Junta cívico-militar formada también por los civiles Miguel Angel Zavala Ortiz (de la Unión Cívica Radical), Adolfo Vecchi (Partido Conservador), y Américo Ghioldi (Partido Socialista de Argentina). También participaron en las instancias conspirativas Mario Amadeo y Pablo Pardo, de la extracción Católica.
Los revolucionarios encontraron propicio para sus fines la campaña anticlerical emprendida por el gobierno, que logró aumentar la tensión entre mismo y la oposición. En el marco de esta campaña se produciría la Procesión del Corpus Christi del jueves 9 de junio. Viendo sus organizadores que podían utilizar la procesión religiosa como una manifestación política contra Perón, decidieron retrasar dos días su realización para poder reunir aún más participantes. El Ministro del Interior, que había autorizado el Corpus Christi del 9 de junio, prohibió esta nueva manifestación, aduciendo que no podría autorizarla como festividad religiosa.
Consecuencias
La noche del 16 de junio, como represalia al bombardeo, simpatizantes peronistas incendiaron la Curia Metropolitana, las catedrales de Santo Domingo y San Francisco, junto con ocho iglesias de las zonas más acaudaladas de la ciudad.
Si bien se decretó estado de sitio, Perón intentó una política de reconciliación con los sectores opositores, abandonando su política de confrontación e intentando calmar mediante llamamientos por radio a la clase trabajadora.
El bombardeo es el antecedente directo del levantamiento cívico-militar que se produciría tres meses después, logrando deponer el 16 de septiembre al Presidente Perón durante la autodenominada Revolución Libertadora.
Si bien los cabecillas de la intentona temieron recibir la pena de muerte por «traición a la Patria», la pena más dura fue impuesta contra Toranzo Calderón (condenado sólo a cadena perpetua). Los militares que se asilaron en Uruguay fueron dados de baja por el cargo de rebelión. Pero tras la Revolución «Libertadora» fueron reintegrados por los nuevos mandos.
El Batallón de Infantería de Marina 4 fue disuelto, y la Marina de Guerra fue despojada de su poder de fuego (se les quitaron las municiones para sus cañones navales de grueso calibre). Muchos militares involucrados o simpatizantes solicitaron la baja al gobierno.
El resto de los culpables no fueron juzgados, iniciando una larga etapa de impunidad por actos de crímenes de lesa humanidad que se repetiría tras los fusilamientos de José León Suárez (1956) y el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983).
Claras huellas de los impactos de bala se aprecian aún en el revestimiento de granito, en la fachada del Ministerio de Economía de la Nación (en el lado sur de la Plaza de Mayo).
Conclusión
Sin perjuicio de cual haya sido el verdadero objeto del bombardeo, matar a Perón, derrocar su gobierno, instalar el temor, disciplinar al pueblo, o todos a la vez, lo cierto es que ese día se derramó la sangre de las personas inocentes.
Ese dia una parte de las fuerzas sublevadas, utilizaron armas e instrumentos destinados a la defensa del pueblo y de la Nación contra el pueblo mismo.
La intencionalidad de asesinar el pueblo es indiscutible prueba de ello, son las circunstancias en las cuales se desenvuelve el bombardeo.
Las bombas y proyectiles se arrojaron en pleno mediodía, sobre la Plaza de Mayo, Avenidas y calles céntricas de alrededores, sobre una multitud que esperaba un acto de desagravio a la bandera que se realizaría con un desfile aéreo.
Como resultado de este accionar fueron victimas personas que transitaban por el lugar, -hombres, mujeres y niños sin distinción-.
Es decir, se bombardeo a la población civil, sin que previamente de hubiera declarado una guerra, y con un total sentido de la oportunidad dado que la espera del desfile aéreo justamente encubrió e hizo que no resultara extraño que sobrevolaran la ciudad los aviones.
El desfile aéreo programado fue la ocasión perfecta para perpetrar una masacre sin precedentes en nuestra historia.
No cabe duda que se trato ni más ni menos que de un crimen de lesa humanidad, toda vez que se lanzo un ataque generalizado o sistemático contra una población civil con total intencionalidad.
El bombardeo del 16 de junio de 1955 encuadra perfectamente dentro de los requisitos de los crímenes de lesa humanidad, los cuales son imprescriptibles cualquiera sea la fecha en la que se hayan cometido.
Estos crímenes son condenados por la comunidad internacional, y por nuestro país como consecuencia de la ratificación de la convención sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Por lo tanto el crimen de lesa humanidad del 16 de junio de 1955 debería ser condenado en nuestro país. Es hora de recuperar la memoria y reivindicar a las victimas de semejante masacre y a sus familiares.
Bibliografía
¿?
Integrantes:
Reynoso, Vera
Rodriguez, Valeria
Asignatura:
Historia
Curso:
9no. Año
Docente:
Cieri, Ramón
Instituto:
San Vicente de Paúl D-88
Ciclo Lectivo:
2008
Índice
Carátula ..………………………………………………….… 1
Índice …………………………………………………….…… 2
Introducción ………………………………………..………. 3
Causas ………………………………………………………… 3
Consecuencias ……………………………………………… 4
Conclusión …………………………………………………… 5
El bombardeo
A las 12.40, la escuadra de treinta y cuatro aviones de la Marina de Guerra argentina que había estado sobrevolando la ciudad desde hacia bastante tiempo anfibios, iniciaron sus bombardeos y ametrallamientos al área de la Plaza de Mayo.
La sorpresa del ataque hizo que el mismo cayera sobre la población, que realizaba sus actividades normales. Entre las primeras víctimas cayeron los ocupantes de los vehículos de pasajeros. Un trolebús, repleto de pasajeros, recibió una bomba de lleno, muriendo todos los ocupantes.
Fue el bautismo de fuego de la Aviación Naval Argentina, hubo un segundo, “bautismo” el 1.º de mayo de 1982, en la guerra de las Malvinas. Se arrojaron 9500 kg de bombas, causando la muerte a 364 personas y heridas a más de 800. Como no consiguieron bombas de alto explosivo, emplearon contra la ciudad abierta bombas de fragmentación de 50 kg, provocando rápidamente cientos de víctimas y daños materiales.
Fue el cuarto bombardeo de Buenos Aires; la primera en ocasión de las ocupaciones inglesas de 1806 y 1807, la segunda en ocasión del Combate de los Pozos (1811) y la tercera cuando se produjo la Revolución del Parque (1890).
Las evacuaciones médicas se iniciaron de inmediato, algunas incluso entre los bombardeos aéreos y por los habitantes que se encontraban en las inmediaciones. Esto provocó que algunos más cayeran.
Causas
Desde 1945 se habían producido conspiraciones e intentonas de golpes militares por parte de la reacción al gobierno del general Juan Domingo Perón.
En 1951 se había producido un intento fracasado de golpe de estado por parte de ramas conservadoras del Ejército.
En 1953 tras el incremento de la tensión política se iniciaron a partir del año siguiente nuevos movimientos conspirativos en el seno de la Marina de Guerra, con epicentro en la Base Naval de Puerto Belgrano. Sin embargo, los opositores militares a Perón no lograron cristalizar una opción política a su gobierno.
A inicios de 1955 un grupo de oficiales intermedios de la Armada y Fuerza Aérea promovieron otro levantamiento. Requiriendo un líder militar que aceptara tal cometido, lograron hacerse eco del contralmirante de infantería de marina Samuel Toranzo Calderón. Se mantuvieron contactos conspirativos con el general (retirado) Eduardo Lonardi y el general Pedro Eugenio Aramburu, quienes no apoyaron momentáneamente el movimiento por considerarlo prematuro (Lonardi) o por carecer de tropas bajo su mando. Para el 23 de abril los conspiradores lograron contar con el apoyo del general Bengoa, quien disponía de mando de tropas en Paraná (Entre Ríos). No obstante estos apoyos militares, no fue mucho lo que pudieron cosechar dentro de los partidos políticos, pues si bien con los partidos Nacionalista Católico (de derechas) y el Partido Socialista de Argentina (de izquierdas) acordaban el derrocamiento de Perón, poco más compartían en común.
Los conspiradores no parecen haber definido ningún acuerdo sobre el programa que seguirían una vez consumado el derrocamiento, fuera de establecer un régimen encabezado por una Junta cívico-militar formada también por los civiles Miguel Angel Zavala Ortiz (de la Unión Cívica Radical), Adolfo Vecchi (Partido Conservador), y Américo Ghioldi (Partido Socialista de Argentina). También participaron en las instancias conspirativas Mario Amadeo y Pablo Pardo, de la extracción Católica.
Los revolucionarios encontraron propicio para sus fines la campaña anticlerical emprendida por el gobierno, que logró aumentar la tensión entre mismo y la oposición. En el marco de esta campaña se produciría la Procesión del Corpus Christi del jueves 9 de junio. Viendo sus organizadores que podían utilizar la procesión religiosa como una manifestación política contra Perón, decidieron retrasar dos días su realización para poder reunir aún más participantes. El Ministro del Interior, que había autorizado el Corpus Christi del 9 de junio, prohibió esta nueva manifestación, aduciendo que no podría autorizarla como festividad religiosa.
Consecuencias
La noche del 16 de junio, como represalia al bombardeo, simpatizantes peronistas incendiaron la Curia Metropolitana, las catedrales de Santo Domingo y San Francisco, junto con ocho iglesias de las zonas más acaudaladas de la ciudad.
Si bien se decretó estado de sitio, Perón intentó una política de reconciliación con los sectores opositores, abandonando su política de confrontación e intentando calmar mediante llamamientos por radio a la clase trabajadora.
El bombardeo es el antecedente directo del levantamiento cívico-militar que se produciría tres meses después, logrando deponer el 16 de septiembre al Presidente Perón durante la autodenominada Revolución Libertadora.
Si bien los cabecillas de la intentona temieron recibir la pena de muerte por «traición a la Patria», la pena más dura fue impuesta contra Toranzo Calderón (condenado sólo a cadena perpetua). Los militares que se asilaron en Uruguay fueron dados de baja por el cargo de rebelión. Pero tras la Revolución «Libertadora» fueron reintegrados por los nuevos mandos.
El Batallón de Infantería de Marina 4 fue disuelto, y la Marina de Guerra fue despojada de su poder de fuego (se les quitaron las municiones para sus cañones navales de grueso calibre). Muchos militares involucrados o simpatizantes solicitaron la baja al gobierno.
El resto de los culpables no fueron juzgados, iniciando una larga etapa de impunidad por actos de crímenes de lesa humanidad que se repetiría tras los fusilamientos de José León Suárez (1956) y el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983).
Claras huellas de los impactos de bala se aprecian aún en el revestimiento de granito, en la fachada del Ministerio de Economía de la Nación (en el lado sur de la Plaza de Mayo).
Conclusión
Sin perjuicio de cual haya sido el verdadero objeto del bombardeo, matar a Perón, derrocar su gobierno, instalar el temor, disciplinar al pueblo, o todos a la vez, lo cierto es que ese día se derramó la sangre de las personas inocentes.
Ese dia una parte de las fuerzas sublevadas, utilizaron armas e instrumentos destinados a la defensa del pueblo y de la Nación contra el pueblo mismo.
La intencionalidad de asesinar el pueblo es indiscutible prueba de ello, son las circunstancias en las cuales se desenvuelve el bombardeo.
Las bombas y proyectiles se arrojaron en pleno mediodía, sobre la Plaza de Mayo, Avenidas y calles céntricas de alrededores, sobre una multitud que esperaba un acto de desagravio a la bandera que se realizaría con un desfile aéreo.
Como resultado de este accionar fueron victimas personas que transitaban por el lugar, -hombres, mujeres y niños sin distinción-.
Es decir, se bombardeo a la población civil, sin que previamente de hubiera declarado una guerra, y con un total sentido de la oportunidad dado que la espera del desfile aéreo justamente encubrió e hizo que no resultara extraño que sobrevolaran la ciudad los aviones.
El desfile aéreo programado fue la ocasión perfecta para perpetrar una masacre sin precedentes en nuestra historia.
No cabe duda que se trato ni más ni menos que de un crimen de lesa humanidad, toda vez que se lanzo un ataque generalizado o sistemático contra una población civil con total intencionalidad.
El bombardeo del 16 de junio de 1955 encuadra perfectamente dentro de los requisitos de los crímenes de lesa humanidad, los cuales son imprescriptibles cualquiera sea la fecha en la que se hayan cometido.
Estos crímenes son condenados por la comunidad internacional, y por nuestro país como consecuencia de la ratificación de la convención sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Por lo tanto el crimen de lesa humanidad del 16 de junio de 1955 debería ser condenado en nuestro país. Es hora de recuperar la memoria y reivindicar a las victimas de semejante masacre y a sus familiares.
Bibliografía
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Trabajo de Investigación Noveno Año 2008
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Peronismo:Golpe del 55 - Plan Prebish
Introducción
El siguiente trabajo practico fue realizado por designación del profesor de Historia
Los temas asignados fueron los siguientes: Peronismo. Golpe de Estado de 1955
La historia política de la Argentina se divide en dos: antes y después del surgimiento del peronismo.
En la tradicional oposición entre radicales y conservadores, se levantó otra, mas cargada de contenidos de clase y tributaria de los conflictos que acompañaron la expansión de los derechos sociales y la integración política y social de vastos sectores del mundo del trabajo.
Perón, tres veces presidente democráticamente, atravesó distintos tipos de conflictos a lo largo de sus mandatos; su primer gobierno se caracterizó por la nacionalización de los servicios públicos que se encontraban en manos extranjeras, Perón toma contacto directo con los trabajadores, se cambia la actitud oficial frente a la clase obrera y a los conflictos laborales, por primera vez el trabajador se sentía protegido e interpretado. El peronismo producirá la modernización de la estructura productiva impulsando un rápido desarrollo industrial y, además, producirá una modificación en la distribución de las riquezas. La nacionalización del comercio exterior mediante el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) permitió monopolizar la oferta exportadora y regular las importaciones, protegiendo la producción nacional, el Estado obtenía una diferencia en la comercialización de las exportaciones, que derivaba en parte hacia la industria, otorgando divisas a precios diferenciales para la adquisición de bienes capitales y materias primas esenciales, obteniéndose recursos para financiar la inversión social.
En su segundo gobierno se produce el agotamiento de la politica distributiva que caracterizó al primer gobierno, las huelgas y los conflictos sociales se hicieron constantes. En el plano económico se producen cambios significativos, los salarios se congelaron por medio de contratos bianuales.
En 1954 Perón logra la sanción de la ley nº 4.394, cuyo artículo 31 incluye el divorcio, esto es producto de un enfrentamiento con la Iglesia Católica.
El 16 de junio de 1955 los comandos civiles integrados por conservadores, radicales, socialistas y sectores de la Iglesia Católica intentaron un golpe de Estado que incluyó el bombardeo a la Plaza de Mayo (dejando como resultado centenares de muertos y heridos). Luego de los ataques, Perón, pidió calma a la población, pero sus seguidores incendiaron varias iglesias.
Perón llamo a los partidos políticos opositores a establecer un diálogo que evitara la guerra civil. El 16 de septiembre de 1955 las Fuerzas Armadas derrocaron a Perón.
Perón se convierte en presidente por tercera vez en octubre de 1973, ganó las elecciones contra el candidato de la Unión Cívica, Ricardo Balbín, con el 62% de los votos, acompañado por su nueva esposa, Isabel Martínez de Perón, como vicepresidente. Este gobierno estuvo marcado por permanentes conflictos entre sus seguidores de izquierda y derecha.
Perón murió el 1 de julio de 1974 y fue sucedido por Isabel, su esposa, quien fue derrocada, en medio de la violencia política, el 24 de marzo de 1976 y sustituida por una junta militar.
Primera presidencia de Juan Domingo Perón
Perón triunfó en los comicios del 24 de Febrero de 1946 con el 55% en las urnas, y asumió el cargo el 4 de Junio de 1946.
En sólo tres años el coronel se había convertido en el protagonista y animador de un movimiento popular que había prevalecido sobre todos los partidos tradicionales, la fuerza del gran capital, los diarios más prestigiosos, los círculos académicos y universitarios, las organizaciones estudiantiles, los intelectuales, buena parte de la clase media y la totalidad de las clases altas.
Prometía establecer una sana estructura social y económica. De ahí que haya propulsado la industrialización del país. La consolidación de las actividades básicas, agricultura y ganadería, iría acompañada de la industrialización conveniente.
Durante el gobierno de Perón se estableció el carácter gratuito de la enseñanza universitaria y se permitió el ingreso de grandes sectores juveniles provenientes de las clases medias bajas y clase obrera a la Universidad; se promovió el estudio y la investigación de las ciencias relacionadas con el desarrollo industrial.
La adquisición, por parte del Estado nacional, de algunas empresas de servicios públicos, denominadas “nacionalizaciones” con cierto abuso semántico, tipifica la política económica entre 1946 y 1949.
La primera nacionalización del gobierno de Perón fue la Unión Telefónica.
A fines de Agosto de 1946 se anunció que el Estado nacional compraría la UT, y, efectivamente a principios de Septiembre se concertó la operación.
El 1º de Marzo de 1948, el gobierno argentino tomó formal posesión de los ferrocarriles británicos ante una multitud reunida en Plaza Retiro.
Los ingleses se sacaron de encima el embrollo que significaba un bien que ya no arrojaba ganancias y que necesitaba una costosísima renovación. Nacionalizar los ferrocarriles era ese momento una necesidad histórica. La decisión de adquirir los ferrocarriles satisfacía el orgullo argentino.
Otras realizaciones de esta etapa fueron la nacionalización del Gas del Estado, empresa estatal creada sobre las instalaciones de la antigua Compañía Primitiva de Gas. En 1945, YPF había tomado posesión de esa infraestructura hasta que la prestación del fluido en la Capital Federal y Gran Buenos Aires quedó a cargo de la Dirección Nacional de Gas del Estado, desde Enero 1946.
Aerolíneas Argentinas fue una empresa que empezó mal, pero luego anduvo bien. Su antecesor inmediato fue la vieja Aeroposta Argentina
El Estado monopolizaba todo el tráfico aéreo, el transporte ferroviario y el automotor, buena parte de la navegación fluvial y la totalidad de ultramar, así como el transporte de pasajeros en la Capital Federal. Monopolizaba todas las comunicaciones telefónicas y telegráficas y también las radiofónicas. Contaba con una red de diarios y revistas. Proveía de energía eléctrica a buena parte del país, y de gas a todo el territorio adonde iban llegando las redes de transmisión. Adquiría las cosechas de granos y oleaginosos, así como la producción de carnes para exportar, las comercializaba en el exterior y adquiría ingentes materiales en todo el mundo para revenderlos aquí. Extraía petróleo y carbón. Regulaba precios, otorgaba subsidios a ciertas actividades industriales. Manejaba la política bancaria y crediticia.
Segunda presidencia de Juan Domingo Perón
Perón fue reelecto en las elecciones del 11 de noviembre de 1951, para el período 1952-1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó en septiembre de 1955.
En 1952, el Congreso convirtió por medio de una ley la doctrina peronista –el Justicialismo- en doctrina nacional. Esta nueva filosofía de vida, simple, práctica, popular y fundamentalmente cristiana y humanista tenía por finalidad suprema la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación mediante la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, armonizando los valores espirituales y los derechos del individuos con los derechos de la sociedad. La consagración del peronismo como único movimiento nacional eliminó todo vestigio de pluralismo en la vida política: las otras expresiones partidarias fueron relegadas a una existencia casi clandestina, la afiliación al partido oficial pasó a ser requisito para el desempeño de cargos en la administración, las imágenes de Perón y Evita se multiplicaron con los libros de lectura de la escuela primaria y en los sitios más diversos del espacio público.
El advenimiento del peronismo era el acontecimiento desencadenante de un recomienzo de la historia. A un lado quedaba el pasado funesto.
Esta segunda etapa contrastó en lo económico con la de los primeros tiempos, se vivía ahora una etapa de crisis e inflación, que llevaron al Presidente a revisar temas de su política de gobierno. Este segundo gobierno peronista se caracterizó por el agotamiento de la política distributiva y por la generalización de las huelgas y los conflictos sociales. Perón convoca a sindicatos y empleadores al Congreso Nacional de la Productividad, con el fin de generar un proceso de diálogo para enfrentar la crisis, (el Congreso fracasa).
En 1953 se dio un acercamiento entre Estados Unidos y Argentina, se alentó la incorporación a la economía nacional de capitales extranjeros.
Perón logro importantes acuerdos que estipularon la reducción de las barreras aduaneras, liberación de impuestos en algunos productos y la apertura de una línea de crédito entre los países firmantes.
El Peronismo y la Iglesia Católica
Si el Peronismo fue el movimiento político más católico de la historia contemporánea argentina, también es el que más conflictos tuvo con la Iglesia y los católicos: junto al amorío con el catolicismo, los incendios de iglesias de 1955 también forman parte de la memoria colectiva de los contemporáneos.
Siempre es posible concluir con algún fundamento que el peronismo representa la tradición política más católica de nuestro país, y también la más disconforme, el punto de mayor acercamiento entre la Iglesia y el Estado, y el de su más violento enfrentamiento.
Sin duda, la primera campaña presidencial de Perón generó muchas expectativas en las filas católicas mediante discursos y actos que parecían traslucir una ferviente re religiosa.
Estas declaraciones no hacían sino reforzar la asociación de Perón con las políticas religiosas del gobierno militar del que era heredero, ya que, en sus tramos iniciales, habían generado un acercamiento Iglesia-Estado sin precedentes en la historia de la Argentina independiente.
Perón insertó sus referencias católicas en la lógica de su discurso electoral sobre cuestiones sociales. Y la agitada campaña de 1945-46 terminó de polarizar posiciones, distrayendo a unos y a otros del hecho de que el candidato católico no era un candidato eclesiástico.
Los primeros años de gobierno peronista, por lo demás, dieron razón a los miles de católicos que habían visto en Perón al líder que finalmente aplicaría los ideales defendidos y promocionados desde diversas organizaciones y publicaciones eclesiásticas o de inspiración católica. La flamante oposición antiperonista, organizada desde 1945 en torno a principios liberales y seculares, compartía la misma percepción, aunque veía el encuentro entre el nuevo gobierno y la Iglesia como signo puramente negativo.
Entre 1946 y 1949, el peronismo aparecía como la entidad política que más explícitamente buscaba asociarse a la Iglesia y la tradición católicas en la historia moderna argentina.
La presencia del catolicismo se manifestó en una multiplicidad de imágenes, temas y símbolos rápidamente introducidos en el discurso político del flamante movimiento.
Sin duda más visible aún fue la temprana adopción de elementos católicos por Eva Perón, quien desarrolló la posición oficial a favor de la legalización de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas y utilizó frecuentemente la autoridad eclesiástica para legitimar su campaña a favor del voto femenino.
A partir de 1947 el Estado presentó infinidad de servicios a la Iglesia: el pago de gastos de peregrinaciones a Europa, pasajes oficiales para delegaciones católicas en el país y el extranjero, 637 subsidios destinados a la compra de edificios y a la reparación, conservación y construcción de parroquias y residencias parroquiales, etc.
Perón nunca trató con una Iglesia con nutrido personal ni fuerte liderazgo.
Durante los años del idilio, los católicos antiperonistas no tenían un espacio legítimo en la Iglesia y debían salir del mundo católico para encontrar aliados políticos.
El peronismo había llevado hasta su máximo punto el apoyo material y simbólico del Estado a la expansión corporativa de la Iglesia, así como a su influencia en el aparato estatal.
Peronismo y Catolicismo estaban ligados por infinidad de lazos, espirituales y materiales.
Las fuerzas armadas y la era de Perón
Aunque Juan Domingo Perón fue elegido dos veces presidente, la primera en febrero de 1946 y la segunda en noviembre de 1951, fueron las Fuerzas Armadas Argentinas, y dentro de ellas sobre todo el Ejército, los que le proporcionaron la plataforma que necesitaba para conquistar el apoyo popular a sus ambiciones presidenciales. El respaldo tácito de los militares, junto con el de otros sectores, le permitieron permanecer en el cargo durante casi una década. Pero fueron esos mismos militares, y en especial la Armada, quienes lo desalojaron de la Presidencia en septiembre de 1955, luego de transcurridos sólo tres años de su segundo mandato.
Hay que tener presente que el propio Perón era un oficial profesional del Ejército, un producto de su Colegio Militar y su Escuela Superior de Guerra.
En 1942, tomó la iniciativa de organizar el GOU (Grupo de Oficiales Unidos), la logia militar secreta que desempeñó un papel clave en la destitución del presidente Ramón Castillo y crear una red de oficiales leales. Pero fue su astucia en el uso de la autoridad que le conferían sus cargos como Secretario de Trabajo y de Ministro de Guerra lo que le permitió establecer una base de apoyo tanto en círculos laborales como militares y derrotar a sus rivales en una lucha de dos años por el poder.
La conspiración golpista
Varios estudiosos del tema señalan una gama de causas determinantes de la abrupta caída del régimen peronista en 1955. podrían mencionarse la muerte de Eva Perón, la pérdida del apoyo de los sectores medios de la sociedad, por ejemplo, el haberle otorgado a la llamada doctrina justicialista mediante la Ley del Congreso el rango de “Doctrina Nacional” o la obligatoriedad de la afiliación al partido Peronista a los empleados públicos, o la imposición de llevar la cinta negro de luto por la muerte de Eva Duarte, o los contenidos partidistas dados a la educación pública en todos los niveles, el silenciamiento de las voces opositoras, la corrupción que invadió los círculos oficiales.
Los efectos negativos de la crisis económica, el abandono de las posturas nacionalistas en materia de política económica y en particular la cuestión petrolera; el desgaste de tantos años continuados de gobierno, se señalan entre otras causas del fin del régimen de Juan Domingo Perón. Además, el peronismo, como fuerza social preponderantemente representativa de los sectores obreros y populares, constituía un peligro latente para las clases dominantes de la sociedad argentina. En efecto, ese gigantesco movimiento de masas estaba controlado desde el Estado peronista.
El conflicto con la Iglesia Católica, iniciado a fines de aquel año de 1954 fue el determinante de una profunda crisis que el gobierno de Perón no pudo sobrellevar con éxito.
Las relaciones Iglesia católica-Estado peronista en el período abierto en 1946 fueron relativamente cordiales, por lo que se hace difícil explicar las causas u orígenes de este virulento enfrentamiento que envolvió y encendió a toda la sociedad argentina.
Desde 1946 comenzaron a surgir puntos conflictivos entre la Iglesia y el peronismo. La tendencia del gobierno a “peronizarlo” todo por vía de imposición, por ejemplo, en materia de educación la creación de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), cuyos jóvenes miembros eran instruidos en torno a las bases de la doctrina peronista y que contaba con todo el apoyo del aparato oficial, en evidente detrimento de las organizaciones juveniles de los aparatos laicos de la Iglesia, en particular la Acción Católica, o el voto femenino, que implicaba la politización de las mujeres, su manipulación por el régimen y la influencia eclesiástica sobre la tradicional piedad de las mujeres.
Paralelamente el régimen intentó peronizar al cuadro de oficiales de las fuerzas armadas generando sordas pero fuertes repulsas en un ámbito clave para la estabilidad del régimen.
Puede afirmarse que el conflicto con la Iglesia comenzó sin que nadie lo advirtiese. En el mes de noviembre de 1954 en medio de una rutinaria reunión con los gobernadores provinciales, Perón lanzó un fuerte ataque verbal contra un grupo de obispos acusándolos de entorpecer la acción del gobierno. Este hecho fue el determinante para que se desatara una campaña anticlerical desde las esferas oficiales “más peronistas que Perón” que fue adquiriendo características sumamente agresivas. A partir de ese momento comenzaron a tomarse una cadena de medidas legislativas las que tenían por destino inmediato minar los privilegios que la Iglesia había disfrutado hasta entonces o que atacaban las bases mismas del catolicismo, como ser: la supresión de la enseñanza religiosa obligatoria en las escuelas públicas, la equiparación de los hijos legítimos con los ilegítimos, el establecimiento del divorcio vincular, el levantamiento de la prohibición de la existencia de prostíbulos en el ámbito de la Capital Federal, la suspensión por decreto de cinco días feriados de carácter religioso. Además, se expulsó del país a dos sacerdotes y en el marco descrito hasta se llegó a sancionar una ley por la que se declaraba la necesidad de reformar la Constitución Nacional en todo y la absoluta separación de la Iglesia Católica y el Estado Nacional. Los católicos, al no poder hacer público su pensamiento, respondieron con una campaña de panfletos en los que se transmitía la otra versión del conflicto. Los obispos, por su parte, se encontraron en el medio de la fuerte ofensiva gubernamental contra la Iglesia y la presión de los cuadros del catolicismo que reclamaban acciones en defensa de la fe.
Cuando el presidente de la República advirtió la profundidad y gravedad de su error ya era demasiado tarde: los golpistas habían ganado la iniciativa política, acumulaban fuerzas mientras que el gobierno las iba perdiendo.
El 11 de junio de 1955, en el marco de una sociedad cada vez más tensionada, tuvo lugar en la Capital Federal la tradicional procesión religiosa de Corpus Christi a pesar de la prohibición expresa emanada del ministerio del Interior. Esta procesión fue en realidad una gigantesca manifestación pública contra el gobierno ya que participaron de la misma, desde personas profundamente religiosas, hasta socialistas, comunistas, anarquistas y ateos confesos. La procesión terminó con un oscuro incidente relativo a la quema de una bandera nacional en las escalinatas del Congreso. La demostración fue una concluyente muestra de la fuerza y los espacios que había ganado la oposición política.
El 16 de junio de 1955 tuvo lugar el ensayo golpista, el que tuvo características criminales: aviones de la Marina de Guerra bombardearon y ametrallaron la Casa Rosada en horas del mediodía (el objetivo era asesinar a Perón que se refugió en los sótanos del Ministerio de Ejército), horas en las que precisamente la Plaza de Mayo está colmada de paseantes. El resultado no fue otro que la muerte de centenares de personas inocentes. A las cinco de la tarde el golpe estaba sofocado luego que fuera tomada por tropas leales la base aérea de Morón, de donde habían partido los aviones.
Esa misma noche a la irracionalidad criminal de los golpistas se unió la irracionalidad y fanatismo de grupos adictos al gobierno: comenzó el saqueo e incendio de las Iglesias de Buenos Aires, así como el edificio de la Curia, donde fue quemada su biblioteca así como objetos artísticos y religiosos de gran valor.
Perón llamó a la calma, le echó toda la culpa a la Marina de Guerra y, como siempre, desmovilizó a la clase obrera.
El 17 de junio y el 31 de agosto de 1955 el gobierno buscó afanosamente un acuerdo con la oposición, llamando a la pacificación del país y ofreciendo para ello diversas concesiones. Perón llegó a manifestar que la “revolución peronista” había terminado pues se habían cumplido sus objetivos básicos y ahora comenzaba una nueva etapa de “evolución” y de “convivencia” democrática. Perón en un discurso dejó de ser el presidente de una revolución para pasar a ser el presidente de todos los argentinos. Los más cuestionados ministros del Poder Ejecutivo, renunciaron a sus cargos.
El peronismo tenía que hacer una jugada difícil. Tenía que movilizar a su masa sin provocar la guerra civil. Tenía que derrotar a la oposición sin aplastarla totalmente: la gran jugada fue el amago de Perón de retirarse de la presidencia.
La suerte del primer gobierno peronista estaba echada: había llegado el momento crucial en que la amalgama de factores de poder elaborada y puesta en marcha en 1946 se deshacía inexorablemente. Ya no estaba capacitado para seguir adelante y dar las respuestas adecuadas a las nuevas demandas de la sociedad argentina de mediados de los años ’50: se había agotado. El peronismo como expresión política y social de los trabajadores había alcanzado un límite que exigía la profundización de la revolución, tal vez más allá de las posibilidades de las fuerzas sociales que aglutinaba. Había desmovilizado a sus principales sostenes: la clase trabajadora y los sectores populares, los únicos que, en aquel difícil trance, estaban dispuestos a dar batalla por lo que consideraban “su gobierno”, pero en el momento decisivo primó la máxima “de casa al trabajo y del trabajo a casa”. Esto alentó a la oposición ya que encontró el camino prácticamente despejado. El 16 de septiembre de 1955, en Córdoba, comenzó a escribirse un nuevo capítulo de la historia del país en el que se profundizó la crisis del Estado de derecho.
La Revolución Libertadora
La Revolución Libertadora es el nombre con el que se denominó la dictadura militar que gobernó la República Argentina tras derrocar al presidente Juan Domingo Perón mediante un golpe de estado iniciado el 16 de septiembre y que, tras más de dos años de gobierno, hizo entrega del mismo al presidente Arturo Frondizi, el 1 de mayo de 1958.
El primer gobernante de la Revolución Libertadora fue el general Eduardo Lonardi, quien fue sucedido por Pedro Eugenio Aramburu.
Golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955
El 16 de septiembre de 1955 estalló en Córdoba la insurrección militar que daría inicio a la autodenominada Revolución Libertadora. Los rebeldes contaron con el apoyo de los llamados comandos civiles revolucionarios, que combatieron contra las tropas leales al presidente Perón en Alta Córdoba, y mantuvieron peleas en distintos puntos del país, ocupando edificios públicos y constituyeron un factor de enlace permanente con los militares sublevados.Los enfrentamientos se extendieron del 16 al 21 de septiembre y finalizaron cuando tanques del Ejército cañonearon y demolieron la sede de Alianza Libertadora Nacionalista, en el centro de Buenos Aires, matando a muchos de sus integrantes. Perón renunció a la presidencia y se retiró a Paraguay.El golpe militar de septiembre de 1955 provocó, entre junio y septiembre, la muerte de casi 2000 personas, entre civiles y militares y significó el triunfo y el festejo para los sectores pertenecientes a las clases media y alta, pero la mayoría de los trabajadores y de los sectores populares lo recibieron con tristeza e indignación. El 19 de septiembre al mediodía, Perón escribió una confusa carta dirigida al general Lucero, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. En la carta Perón da a entender su renuncia.El general Lucero leyó la carta de Perón, por la cadena de radio y televisión. Sin embargo, esa misma noche Perón se reunió con la junta militar para informarle que él no había renunciado; la junta sin embargo no fue disuelta. El 20 de septiembre de 1955, y a bordo del crucero ARA “17 de octubre” (luego rebautizado “General Belgrano”), los representantes del “Comando Revolucionario”, recibieron a los representantes de la Junta Militar, los que procedieron a sentar las bases de la capitulación. Las condiciones presentadas por los sublevados fueron las siguientes:
Renuncia en pleno del Ejecutivo y miembros del gabinete;
El jefe de la revolución, general Eduardo Lonardi, asumiría el gobierno provisional;
Desmovilización y regreso a sus bases de las tropas leales.
Para no aparentar ser menos que los otros, los representantes de la Junta Militar presentaron una serie de bases a tener en cuenta como propósito de gobierno:
En las soluciones a establecerse deberá primar el concepto que entre los bandos pugna “no hay ni deberá haber vencedores ni vencidos”
El imperio de la Constitución de 1949 “dentro del concepto de las más amplia libertad y orden…”;
El gobierno militar a instalarse sería un gobierno de transición, siendo su actividad esencialmente administrativa “dejando para el futuro gobierno constitucional los problemas fundamentales…”
Mantenimiento de las conquistas laborales y sociales;
Caducidad de los poderes Ejecutivo y Legislativo; intervención del poder Judicial de la Nación y de las provincias.
En verdad, se trató de una rendición incondicional, y efectivamente, como la historia lo demostró después, hubo vencedores y hubo vencidos, porque así lo dictaba la “fuerza de las cosas”. El día 21 de septiembre entraba la Flota al puerto de Buenos Aires. Perón se refugiaba en una cañonera paraguaya. El gobierno había caído.
23 de septiembre de 1955 el general Lonardi prestó juramento como Presidente Provisional ante una multitud que colmaba la Plaza de Mayo con un grito de ¡LIBERTAD!
Con mucha razón se ha dicho que para comprender el ascenso del peronismo en 1945 hay que olvidarse del peronismo de 1955.
Se señala, por último, que en el período junio-septiembre de 1955 se perdieron varios centenares de vidas como consecuencia de los diversos enfrentamientos que tomaron lugar durante el mismo.
El Plan Prebisch
Fue adoptado en 1956 como programa económico del gobierno, dramatizaba en exceso la situación económica de la Argentina y no aludía en lo más mínimo a la influencia de las estructuras arcaicas y antieconómicas, particularmente en el sector primario, sobre el crecimiento del país. Parecía que de lo único que se trataba era de culpar a ciertos grupos sociales y de preparar y legitimar una transferencia de ingresos de los estratos favorecidos por el peronismo a los que apoyaban al nuevo régimen
Los años del exilio
El 9 de junio de 1956, bajo el mando del General Juan José Valle, un grupo de militares peronistas y militantes del peronismo intentaron un alzamiento contra el gobierno de facto. La intentona fracasó y tanto Valle como varios de sus seguidores militares y civiles fueron fusilados. La represión se extendió a sectores no peronistas de la clase obrera. Sin embargo, los dirigentes sindicales conservaron su enorme influencia sobre los gremios industriales y de servicios.
Durante sus años de exilio Perón publicó varios libros: Los Vendepatria (1956), La fuerza es el derecho de las bestias (1958), La Hora de los Pueblos (1968), etc.
En diciembre de 1964, durante el gobierno de Arturo Illia, Perón intentó regresar en avión a la Argentina. Pero el gobierno ratificó la decisión de prohibirle su radicación en el país y solicitó a la dictadura militar que gobernaba en Brasil que lo detuviera al realizar escala técnica en ese país y lo reenviara a España.[
En la Argentina, los años cincuenta y sesenta fueron marcados por frecuentes cambios de gobierno, casi siempre frutos de golpes de Estado. Estos gobiernos estuvieron signados por continuas demandas sociales y laborales. Al calor de los procesos revolucionarios en marcha en el llamado Tercer Mundo, en Argentina aparecen grupos armados de izquierda y de derecha, muchos de los cuales adhieren al peronismo, aunque también cobran envergadura otras agrupaciones radicalizadas no peronistas como el PRT - ERP. Entre las organizaciones armadas peronistas se destacaron la nacionalista-católica Montoneros, la marxista-peronista FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), y en menor medida la FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) y la FAL (Fuerzas Armadas de Liberación).
Una organización menor denominada Ejército Nacional Revolucionario (ENR) se atribuyó el asesinato del influyente líder sindical peronista Augusto Timoteo Vandor, en mayo de 1970 la organización Montoneros realiza el secuestro y ejecución del general Pedro Eugenio Aramburu, figura clave del golpe de de Estado contra Perón en 1955, en el 73 ejecuta a José Rucci, secretario General de la CGT y hombre de confianza de Perón y otros secuestros y asesinatos de gran impacto en la opinión pública. Hacia finales de los sesenta y principios de los setenta, se acentuó el reclamo de los gremios por el regreso de Perón. El general Alejandro Lanusse había tomado el poder en marzo de 1971 mediante un golpe palaciego dentro del régimen militar surgido en el '66, y decidió restaurar la democracia institucional en 1973. Desde el exilio Perón apoyó a los peronistas de militancia armada, las "formaciones especiales": Montoneros-Fuerzas Armadas Revolucionarias-Fuerzas Armadas Peronistas, para presionar sobre el gobierno militar usurpador.
El 17 de noviembre de 1972 Perón regresó a la Argentina a bordo de un avión alquilado al efecto. Permaneció en el país solamente poco más de un mes, al cabo del cual visitó el Paraguay y luego regresó a Madrid.
Tercera presidencia de Juan Domingo Perón
El 13 de Julio de 1973, Cámpora y Vicente Solano Lima renunciaban a la presidencia y vicepresidencia que respectivamente venían ejerciendo desde el 25 de Mayo. Las renuncias se fundaron en la necesidad de posibilitar el acceso de Perón a la primera magistratura.
Las renuncias de Cámpora y Solano Lima fueron aceptadas por la Asamblea Legislativa reunida al efecto y el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Alberto Lastiri, al asumir provisoriamente la Jefatura del Estado.
El 4 de Agosto, el Consejo Nacional del Partido Justicialista decidió que la propia esposa de Perón, la señora Maria Estela Martínez de Perón, sería el candidato a la vicepresidencia. Esta fórmula obtuvo en las urnas que el 23 de Septiembre expresaron las preferencias de la ciudadanía, el %60 de los sufragios emitidos.
En la mañana de 12 de Octubre de 1973, Perón y Estela Martínez de Perón asumían sus cargos. Este era el tercer mandato de Perón que comenzaba el 25 de Mayo de 1973, y debía concluir el 25 de Mayo 1977.
Y el presidente comenzó su tercera gestión de mandatario debiendo esquivar dos serios obstáculos: diversas tendencias se enfrentaban con frecuencia a propósito de los problemas de gobierno y sus posibles soluciones.
El segundo obstáculo era que los setenta y ocho de Perón le imponían administrar sus energías.
En la política interna de Perón tomó como punto de partida la conciliación de la clase obrera con el empresario y auspició el llamado “Pacto Social” que fue subscripto por la Confederación General Económica. El “Pacto Social” atorgaba aumentos en los salarios, calculando que estabilizados los jornales, el sector empresario podría encarar con ventajosa antelación los planes de producción y reducir el ritmo inflacionario que perturbaba la economía del país.
Perón en 1974 achicaba las diferencias que lo separaban de quienes no lo habían votado.
El 1º de Mayo de 1974, en ocasión de celebrarse frente a la Casa de Gobierno la tradicional manifestación de los trabajadores, tuvieron exteriorización pública las serias disidencias existentes dentro de las filas peronistas. El sector autodenominado “Montoneros”[1] y otros grupos afines a él, sintiéndose defraudados por la gestión presidencial, expresaron su desagrado con ásperas adjetivaciones que inclusive volcaban un sentimiento de rencor ofensivo para la persona de Perón.
Perón empezaba a ser víctima de su indefinición doctrinaria: había alentado las guerrillas cuando la violencia de la presunta izquierda peronista podía favorecer sus planes para recuperar el poder. Ahora, entre los mismos guerrilleros se desataba la violencia en base a definiciones que mostraban cuán poca claridad de fines y de métodos había prohijado el mundo populista de Perón. Un sector de guerrilleros se identificaba con Cámpora.
A partir de ese 1º de Mayo, se agrandan las disidencias dentro del justicialismo.
El “Pacto Social” podía peligrar. De ahí que el Jefe de Estado incitó en escasas horas el apoyo de los partidos opositores y de los sindicatos para una movilización popular que en la Plaza de Mayo le ratificaba, el 12 de Junio, su apoyo de costumbre.
El sábado 19 de Junio el país era informado de que el Jefe de Estado se había agravado, y el lunes 1º de Julio, Perón fallecía en la residencia presidencial de Olivos.
Su esposa Maria Estela Martínez de Perón asumiría la presidencia y luego en el año 1976 sería derrocada por un golpe militar.
La caída del Peronismo
La Constitución reformada en 1949 había eliminado el polémico artículo 77º que prohibía la reelección inmediata del titular del poder ejecutivo y era evidente para propios y extraños que en la próxima confrontación electoral de 1951 Juan Domingo Perón sería ungido una vez más como primer magistrado de la República.
La dinámica presencia de la esposa del presidente, María Eva Duarte, en las cuestiones de gobierno (si bien Evita nunca tuvo ningún cargo oficial salvo presidir la Fundación que llevaba su nombre) causaba irritación en los sectores castrenses y en los sectores altos de la sociedad argentina que veían en la esposa del Presidente de la República, a una aventurera o a una oportunista. Este malestar comenzó a acentuarse cuando se hizo público el rumor que la Confederación General del Trabajo, promovería la candidatura a vicepresidente en las elecciones de 1951 de la “abanderada de los humildes”. Debe recordarse, que en las elecciones presidenciales de 1951 por primera vez las mujeres iban a ejercitar el derecho a sufragar, tanto activa como pasivamente.
El Ejército cruzó la candidatura de Eva Duarte a pesar de la masiva demostración popular orquestada por la CGT el 22 de agosto de 1951 en apoyo de la esposa del presidente (acto público que pasó a la historia como el “Cabildo Abierto del Peronismo”). Luego de algunas circunstancias de corte dramático que tomaron lugar en el transcurso del acto, pocos días después Eva Duarte hizo pública su renunciación.
Eva Duarte falleció el 26 de julio de 1952.
La candidatura de Eva Duarte aceleró los planes golpistas de un sector de las fuerzas armadas; el 28 de septiembre de 1951 se produjo el fallido levantamiento dirigido por el general Menéndez. Como consecuencia del mismo se produjo una fuerte depuración dentro del ejército, y mediante la ley nº 14.062 se estableció el Estado de Guerra Interno por el cual todo militar que se insubordinase o se sublevase contra las autoridades constituidas, o participase en movimientos tendientes a derrocarlas o desconocer su investidura sería fusilado en forma sumaria. Este instituto ha sido calificado de inconstitucional desde que los remedios para hacer frente a movimientos de tal naturaleza estaban normados en la propia Constitución (el estado de sitio o el estado de prevención y alarma).
A pesar de las difíciles circunstancias económicas que atravesaba el país, en las elecciones presidenciales de 1951 la fórmula Perón-Quijano obtuvo el 62% de los sufragios mientras que el 32% de los votos lo obtuvo la candidatura radical integrada por Ricardo Balbín y Aturo Frondizi.
El resultado de las elecciones mostraba a un gobierno fortalecido mediante la incuestionable exteriorización de la voluntad popular, pero en general, para el ánimo de los opositores, que no contaron durante la campaña con los medios publicitarios ni financieros del oficialismo, estos guarismos fueron lentamente llevando al convencimiento que únicamente mediante la fuerza sería factible desalojar el régimen peronista del poder.
El 15de abril de 1953 dos bombas estallaron en la Plaza de Mayo mientras se desarrollaba un acto multitudinario en apoyo a Perón, provocando un pánico generalizado.
Esa noche diversos grupos asaltaron la Casa del Pueblo del partido Socialista y la incendiaron perdiéndose una de las bibliotecas más importantes del país; ataques similares ocurrieron contra la sede del partido Radical, del Demócrata Nacional y el edificio del Jockey Club.
El país parecía correr alocadamente hacia situaciones de gravedad imprevisible, mientras que los hilos de la conspiración golpista comenzaron a entretejerse lentamente pero sobre bases seguras.
CONCLUSION
Juan Domingo Perón fue elegido Presidente de la Nación Argentina en tres ocasiones. La primera fue en las elecciones del 24 de febrero de 1946, para el periodo 1946–1952; la segunda al ser reelegido en las elecciones del 11 de noviembre de 1951 para el período 1952–1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955. Finalmente, tras 18 años de exilio, regresó al país y fue elegido por tercera vez presidente el 23 de septiembre de 1973 para el periodo 1973-1977Murió el 1 de julio de 1974 en ejercicio de la presidencia, sucediéndolo su viuda María Estela Martínez de Perón, quien había sido elegida como vicepresidente.
Luego de realizar este trabajo practico puedo remarcar que la figura de Perón se hizo fuerte porque representó fuertemente a un sector de la sociedad.
Desarrollo una política en la que el valor a proteger era el hombre, para Perón “la Patria se forma en primer término por hombres, y no pueden ser el campo, ni la máquina, ni el dinero factores que se sobrepongan al hombre, que es quien sufre y trabaja, y sin el cual ni los campos, ni los ganados, ni el dinero tiene valor”.
Los gobiernos de Perón ponían hincapié en la política social como en la economía social, poniendo a ésta al servicio del bienestar social.
Perón cuando llego al poder se encontró con un país detenido, en manos de una oligarquía entregada al extranjero para su explotación, para él la Argentina no podía estancarse y debía conquistar los planos económicos y sociales, ya que sin las conquistas económicas , las conquistas sociales desaparecen rápidamente.
Durante el primer gobierno, Perón, toma contacto el sector trabajador, los escucha e impulsa sus iniciativas. El gobierno, a través de Trabajo y Previsión, propicia el fortalecimiento de la CGT, el número de agrupaciones crece rápidamente. Durante este gobierno se estableció el carácter gratuito de la enseñanza universitaria y se permitió el ingreso de grandes sectores juveniles provenientes de las clases medias bajas y clase obrera a la Universidad; se promovió el estudio y la investigación de las ciencias relacionadas con el desarrollo industrial.
Los objetivos señalados por el general Perón para nuestro país son: la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria, sobre la base de la Soberanía Política, la Independencia Económica y la Justicia Social, ya que el gobierno que no sea capaz de hacer justicia social no es gobierno, sino un mecanismo destinado a favorecer a los siempre favorecidos.
BIBLIOGRAFÍA
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Manual del Peronista. Partido Peronista. Buenos Aires. 1954.
El siguiente trabajo practico fue realizado por designación del profesor de Historia
Los temas asignados fueron los siguientes: Peronismo. Golpe de Estado de 1955
La historia política de la Argentina se divide en dos: antes y después del surgimiento del peronismo.
En la tradicional oposición entre radicales y conservadores, se levantó otra, mas cargada de contenidos de clase y tributaria de los conflictos que acompañaron la expansión de los derechos sociales y la integración política y social de vastos sectores del mundo del trabajo.
Perón, tres veces presidente democráticamente, atravesó distintos tipos de conflictos a lo largo de sus mandatos; su primer gobierno se caracterizó por la nacionalización de los servicios públicos que se encontraban en manos extranjeras, Perón toma contacto directo con los trabajadores, se cambia la actitud oficial frente a la clase obrera y a los conflictos laborales, por primera vez el trabajador se sentía protegido e interpretado. El peronismo producirá la modernización de la estructura productiva impulsando un rápido desarrollo industrial y, además, producirá una modificación en la distribución de las riquezas. La nacionalización del comercio exterior mediante el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) permitió monopolizar la oferta exportadora y regular las importaciones, protegiendo la producción nacional, el Estado obtenía una diferencia en la comercialización de las exportaciones, que derivaba en parte hacia la industria, otorgando divisas a precios diferenciales para la adquisición de bienes capitales y materias primas esenciales, obteniéndose recursos para financiar la inversión social.
En su segundo gobierno se produce el agotamiento de la politica distributiva que caracterizó al primer gobierno, las huelgas y los conflictos sociales se hicieron constantes. En el plano económico se producen cambios significativos, los salarios se congelaron por medio de contratos bianuales.
En 1954 Perón logra la sanción de la ley nº 4.394, cuyo artículo 31 incluye el divorcio, esto es producto de un enfrentamiento con la Iglesia Católica.
El 16 de junio de 1955 los comandos civiles integrados por conservadores, radicales, socialistas y sectores de la Iglesia Católica intentaron un golpe de Estado que incluyó el bombardeo a la Plaza de Mayo (dejando como resultado centenares de muertos y heridos). Luego de los ataques, Perón, pidió calma a la población, pero sus seguidores incendiaron varias iglesias.
Perón llamo a los partidos políticos opositores a establecer un diálogo que evitara la guerra civil. El 16 de septiembre de 1955 las Fuerzas Armadas derrocaron a Perón.
Perón se convierte en presidente por tercera vez en octubre de 1973, ganó las elecciones contra el candidato de la Unión Cívica, Ricardo Balbín, con el 62% de los votos, acompañado por su nueva esposa, Isabel Martínez de Perón, como vicepresidente. Este gobierno estuvo marcado por permanentes conflictos entre sus seguidores de izquierda y derecha.
Perón murió el 1 de julio de 1974 y fue sucedido por Isabel, su esposa, quien fue derrocada, en medio de la violencia política, el 24 de marzo de 1976 y sustituida por una junta militar.
Primera presidencia de Juan Domingo Perón
Perón triunfó en los comicios del 24 de Febrero de 1946 con el 55% en las urnas, y asumió el cargo el 4 de Junio de 1946.
En sólo tres años el coronel se había convertido en el protagonista y animador de un movimiento popular que había prevalecido sobre todos los partidos tradicionales, la fuerza del gran capital, los diarios más prestigiosos, los círculos académicos y universitarios, las organizaciones estudiantiles, los intelectuales, buena parte de la clase media y la totalidad de las clases altas.
Prometía establecer una sana estructura social y económica. De ahí que haya propulsado la industrialización del país. La consolidación de las actividades básicas, agricultura y ganadería, iría acompañada de la industrialización conveniente.
Durante el gobierno de Perón se estableció el carácter gratuito de la enseñanza universitaria y se permitió el ingreso de grandes sectores juveniles provenientes de las clases medias bajas y clase obrera a la Universidad; se promovió el estudio y la investigación de las ciencias relacionadas con el desarrollo industrial.
La adquisición, por parte del Estado nacional, de algunas empresas de servicios públicos, denominadas “nacionalizaciones” con cierto abuso semántico, tipifica la política económica entre 1946 y 1949.
La primera nacionalización del gobierno de Perón fue la Unión Telefónica.
A fines de Agosto de 1946 se anunció que el Estado nacional compraría la UT, y, efectivamente a principios de Septiembre se concertó la operación.
El 1º de Marzo de 1948, el gobierno argentino tomó formal posesión de los ferrocarriles británicos ante una multitud reunida en Plaza Retiro.
Los ingleses se sacaron de encima el embrollo que significaba un bien que ya no arrojaba ganancias y que necesitaba una costosísima renovación. Nacionalizar los ferrocarriles era ese momento una necesidad histórica. La decisión de adquirir los ferrocarriles satisfacía el orgullo argentino.
Otras realizaciones de esta etapa fueron la nacionalización del Gas del Estado, empresa estatal creada sobre las instalaciones de la antigua Compañía Primitiva de Gas. En 1945, YPF había tomado posesión de esa infraestructura hasta que la prestación del fluido en la Capital Federal y Gran Buenos Aires quedó a cargo de la Dirección Nacional de Gas del Estado, desde Enero 1946.
Aerolíneas Argentinas fue una empresa que empezó mal, pero luego anduvo bien. Su antecesor inmediato fue la vieja Aeroposta Argentina
El Estado monopolizaba todo el tráfico aéreo, el transporte ferroviario y el automotor, buena parte de la navegación fluvial y la totalidad de ultramar, así como el transporte de pasajeros en la Capital Federal. Monopolizaba todas las comunicaciones telefónicas y telegráficas y también las radiofónicas. Contaba con una red de diarios y revistas. Proveía de energía eléctrica a buena parte del país, y de gas a todo el territorio adonde iban llegando las redes de transmisión. Adquiría las cosechas de granos y oleaginosos, así como la producción de carnes para exportar, las comercializaba en el exterior y adquiría ingentes materiales en todo el mundo para revenderlos aquí. Extraía petróleo y carbón. Regulaba precios, otorgaba subsidios a ciertas actividades industriales. Manejaba la política bancaria y crediticia.
Segunda presidencia de Juan Domingo Perón
Perón fue reelecto en las elecciones del 11 de noviembre de 1951, para el período 1952-1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó en septiembre de 1955.
En 1952, el Congreso convirtió por medio de una ley la doctrina peronista –el Justicialismo- en doctrina nacional. Esta nueva filosofía de vida, simple, práctica, popular y fundamentalmente cristiana y humanista tenía por finalidad suprema la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación mediante la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, armonizando los valores espirituales y los derechos del individuos con los derechos de la sociedad. La consagración del peronismo como único movimiento nacional eliminó todo vestigio de pluralismo en la vida política: las otras expresiones partidarias fueron relegadas a una existencia casi clandestina, la afiliación al partido oficial pasó a ser requisito para el desempeño de cargos en la administración, las imágenes de Perón y Evita se multiplicaron con los libros de lectura de la escuela primaria y en los sitios más diversos del espacio público.
El advenimiento del peronismo era el acontecimiento desencadenante de un recomienzo de la historia. A un lado quedaba el pasado funesto.
Esta segunda etapa contrastó en lo económico con la de los primeros tiempos, se vivía ahora una etapa de crisis e inflación, que llevaron al Presidente a revisar temas de su política de gobierno. Este segundo gobierno peronista se caracterizó por el agotamiento de la política distributiva y por la generalización de las huelgas y los conflictos sociales. Perón convoca a sindicatos y empleadores al Congreso Nacional de la Productividad, con el fin de generar un proceso de diálogo para enfrentar la crisis, (el Congreso fracasa).
En 1953 se dio un acercamiento entre Estados Unidos y Argentina, se alentó la incorporación a la economía nacional de capitales extranjeros.
Perón logro importantes acuerdos que estipularon la reducción de las barreras aduaneras, liberación de impuestos en algunos productos y la apertura de una línea de crédito entre los países firmantes.
El Peronismo y la Iglesia Católica
Si el Peronismo fue el movimiento político más católico de la historia contemporánea argentina, también es el que más conflictos tuvo con la Iglesia y los católicos: junto al amorío con el catolicismo, los incendios de iglesias de 1955 también forman parte de la memoria colectiva de los contemporáneos.
Siempre es posible concluir con algún fundamento que el peronismo representa la tradición política más católica de nuestro país, y también la más disconforme, el punto de mayor acercamiento entre la Iglesia y el Estado, y el de su más violento enfrentamiento.
Sin duda, la primera campaña presidencial de Perón generó muchas expectativas en las filas católicas mediante discursos y actos que parecían traslucir una ferviente re religiosa.
Estas declaraciones no hacían sino reforzar la asociación de Perón con las políticas religiosas del gobierno militar del que era heredero, ya que, en sus tramos iniciales, habían generado un acercamiento Iglesia-Estado sin precedentes en la historia de la Argentina independiente.
Perón insertó sus referencias católicas en la lógica de su discurso electoral sobre cuestiones sociales. Y la agitada campaña de 1945-46 terminó de polarizar posiciones, distrayendo a unos y a otros del hecho de que el candidato católico no era un candidato eclesiástico.
Los primeros años de gobierno peronista, por lo demás, dieron razón a los miles de católicos que habían visto en Perón al líder que finalmente aplicaría los ideales defendidos y promocionados desde diversas organizaciones y publicaciones eclesiásticas o de inspiración católica. La flamante oposición antiperonista, organizada desde 1945 en torno a principios liberales y seculares, compartía la misma percepción, aunque veía el encuentro entre el nuevo gobierno y la Iglesia como signo puramente negativo.
Entre 1946 y 1949, el peronismo aparecía como la entidad política que más explícitamente buscaba asociarse a la Iglesia y la tradición católicas en la historia moderna argentina.
La presencia del catolicismo se manifestó en una multiplicidad de imágenes, temas y símbolos rápidamente introducidos en el discurso político del flamante movimiento.
Sin duda más visible aún fue la temprana adopción de elementos católicos por Eva Perón, quien desarrolló la posición oficial a favor de la legalización de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas y utilizó frecuentemente la autoridad eclesiástica para legitimar su campaña a favor del voto femenino.
A partir de 1947 el Estado presentó infinidad de servicios a la Iglesia: el pago de gastos de peregrinaciones a Europa, pasajes oficiales para delegaciones católicas en el país y el extranjero, 637 subsidios destinados a la compra de edificios y a la reparación, conservación y construcción de parroquias y residencias parroquiales, etc.
Perón nunca trató con una Iglesia con nutrido personal ni fuerte liderazgo.
Durante los años del idilio, los católicos antiperonistas no tenían un espacio legítimo en la Iglesia y debían salir del mundo católico para encontrar aliados políticos.
El peronismo había llevado hasta su máximo punto el apoyo material y simbólico del Estado a la expansión corporativa de la Iglesia, así como a su influencia en el aparato estatal.
Peronismo y Catolicismo estaban ligados por infinidad de lazos, espirituales y materiales.
Las fuerzas armadas y la era de Perón
Aunque Juan Domingo Perón fue elegido dos veces presidente, la primera en febrero de 1946 y la segunda en noviembre de 1951, fueron las Fuerzas Armadas Argentinas, y dentro de ellas sobre todo el Ejército, los que le proporcionaron la plataforma que necesitaba para conquistar el apoyo popular a sus ambiciones presidenciales. El respaldo tácito de los militares, junto con el de otros sectores, le permitieron permanecer en el cargo durante casi una década. Pero fueron esos mismos militares, y en especial la Armada, quienes lo desalojaron de la Presidencia en septiembre de 1955, luego de transcurridos sólo tres años de su segundo mandato.
Hay que tener presente que el propio Perón era un oficial profesional del Ejército, un producto de su Colegio Militar y su Escuela Superior de Guerra.
En 1942, tomó la iniciativa de organizar el GOU (Grupo de Oficiales Unidos), la logia militar secreta que desempeñó un papel clave en la destitución del presidente Ramón Castillo y crear una red de oficiales leales. Pero fue su astucia en el uso de la autoridad que le conferían sus cargos como Secretario de Trabajo y de Ministro de Guerra lo que le permitió establecer una base de apoyo tanto en círculos laborales como militares y derrotar a sus rivales en una lucha de dos años por el poder.
La conspiración golpista
Varios estudiosos del tema señalan una gama de causas determinantes de la abrupta caída del régimen peronista en 1955. podrían mencionarse la muerte de Eva Perón, la pérdida del apoyo de los sectores medios de la sociedad, por ejemplo, el haberle otorgado a la llamada doctrina justicialista mediante la Ley del Congreso el rango de “Doctrina Nacional” o la obligatoriedad de la afiliación al partido Peronista a los empleados públicos, o la imposición de llevar la cinta negro de luto por la muerte de Eva Duarte, o los contenidos partidistas dados a la educación pública en todos los niveles, el silenciamiento de las voces opositoras, la corrupción que invadió los círculos oficiales.
Los efectos negativos de la crisis económica, el abandono de las posturas nacionalistas en materia de política económica y en particular la cuestión petrolera; el desgaste de tantos años continuados de gobierno, se señalan entre otras causas del fin del régimen de Juan Domingo Perón. Además, el peronismo, como fuerza social preponderantemente representativa de los sectores obreros y populares, constituía un peligro latente para las clases dominantes de la sociedad argentina. En efecto, ese gigantesco movimiento de masas estaba controlado desde el Estado peronista.
El conflicto con la Iglesia Católica, iniciado a fines de aquel año de 1954 fue el determinante de una profunda crisis que el gobierno de Perón no pudo sobrellevar con éxito.
Las relaciones Iglesia católica-Estado peronista en el período abierto en 1946 fueron relativamente cordiales, por lo que se hace difícil explicar las causas u orígenes de este virulento enfrentamiento que envolvió y encendió a toda la sociedad argentina.
Desde 1946 comenzaron a surgir puntos conflictivos entre la Iglesia y el peronismo. La tendencia del gobierno a “peronizarlo” todo por vía de imposición, por ejemplo, en materia de educación la creación de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), cuyos jóvenes miembros eran instruidos en torno a las bases de la doctrina peronista y que contaba con todo el apoyo del aparato oficial, en evidente detrimento de las organizaciones juveniles de los aparatos laicos de la Iglesia, en particular la Acción Católica, o el voto femenino, que implicaba la politización de las mujeres, su manipulación por el régimen y la influencia eclesiástica sobre la tradicional piedad de las mujeres.
Paralelamente el régimen intentó peronizar al cuadro de oficiales de las fuerzas armadas generando sordas pero fuertes repulsas en un ámbito clave para la estabilidad del régimen.
Puede afirmarse que el conflicto con la Iglesia comenzó sin que nadie lo advirtiese. En el mes de noviembre de 1954 en medio de una rutinaria reunión con los gobernadores provinciales, Perón lanzó un fuerte ataque verbal contra un grupo de obispos acusándolos de entorpecer la acción del gobierno. Este hecho fue el determinante para que se desatara una campaña anticlerical desde las esferas oficiales “más peronistas que Perón” que fue adquiriendo características sumamente agresivas. A partir de ese momento comenzaron a tomarse una cadena de medidas legislativas las que tenían por destino inmediato minar los privilegios que la Iglesia había disfrutado hasta entonces o que atacaban las bases mismas del catolicismo, como ser: la supresión de la enseñanza religiosa obligatoria en las escuelas públicas, la equiparación de los hijos legítimos con los ilegítimos, el establecimiento del divorcio vincular, el levantamiento de la prohibición de la existencia de prostíbulos en el ámbito de la Capital Federal, la suspensión por decreto de cinco días feriados de carácter religioso. Además, se expulsó del país a dos sacerdotes y en el marco descrito hasta se llegó a sancionar una ley por la que se declaraba la necesidad de reformar la Constitución Nacional en todo y la absoluta separación de la Iglesia Católica y el Estado Nacional. Los católicos, al no poder hacer público su pensamiento, respondieron con una campaña de panfletos en los que se transmitía la otra versión del conflicto. Los obispos, por su parte, se encontraron en el medio de la fuerte ofensiva gubernamental contra la Iglesia y la presión de los cuadros del catolicismo que reclamaban acciones en defensa de la fe.
Cuando el presidente de la República advirtió la profundidad y gravedad de su error ya era demasiado tarde: los golpistas habían ganado la iniciativa política, acumulaban fuerzas mientras que el gobierno las iba perdiendo.
El 11 de junio de 1955, en el marco de una sociedad cada vez más tensionada, tuvo lugar en la Capital Federal la tradicional procesión religiosa de Corpus Christi a pesar de la prohibición expresa emanada del ministerio del Interior. Esta procesión fue en realidad una gigantesca manifestación pública contra el gobierno ya que participaron de la misma, desde personas profundamente religiosas, hasta socialistas, comunistas, anarquistas y ateos confesos. La procesión terminó con un oscuro incidente relativo a la quema de una bandera nacional en las escalinatas del Congreso. La demostración fue una concluyente muestra de la fuerza y los espacios que había ganado la oposición política.
El 16 de junio de 1955 tuvo lugar el ensayo golpista, el que tuvo características criminales: aviones de la Marina de Guerra bombardearon y ametrallaron la Casa Rosada en horas del mediodía (el objetivo era asesinar a Perón que se refugió en los sótanos del Ministerio de Ejército), horas en las que precisamente la Plaza de Mayo está colmada de paseantes. El resultado no fue otro que la muerte de centenares de personas inocentes. A las cinco de la tarde el golpe estaba sofocado luego que fuera tomada por tropas leales la base aérea de Morón, de donde habían partido los aviones.
Esa misma noche a la irracionalidad criminal de los golpistas se unió la irracionalidad y fanatismo de grupos adictos al gobierno: comenzó el saqueo e incendio de las Iglesias de Buenos Aires, así como el edificio de la Curia, donde fue quemada su biblioteca así como objetos artísticos y religiosos de gran valor.
Perón llamó a la calma, le echó toda la culpa a la Marina de Guerra y, como siempre, desmovilizó a la clase obrera.
El 17 de junio y el 31 de agosto de 1955 el gobierno buscó afanosamente un acuerdo con la oposición, llamando a la pacificación del país y ofreciendo para ello diversas concesiones. Perón llegó a manifestar que la “revolución peronista” había terminado pues se habían cumplido sus objetivos básicos y ahora comenzaba una nueva etapa de “evolución” y de “convivencia” democrática. Perón en un discurso dejó de ser el presidente de una revolución para pasar a ser el presidente de todos los argentinos. Los más cuestionados ministros del Poder Ejecutivo, renunciaron a sus cargos.
El peronismo tenía que hacer una jugada difícil. Tenía que movilizar a su masa sin provocar la guerra civil. Tenía que derrotar a la oposición sin aplastarla totalmente: la gran jugada fue el amago de Perón de retirarse de la presidencia.
La suerte del primer gobierno peronista estaba echada: había llegado el momento crucial en que la amalgama de factores de poder elaborada y puesta en marcha en 1946 se deshacía inexorablemente. Ya no estaba capacitado para seguir adelante y dar las respuestas adecuadas a las nuevas demandas de la sociedad argentina de mediados de los años ’50: se había agotado. El peronismo como expresión política y social de los trabajadores había alcanzado un límite que exigía la profundización de la revolución, tal vez más allá de las posibilidades de las fuerzas sociales que aglutinaba. Había desmovilizado a sus principales sostenes: la clase trabajadora y los sectores populares, los únicos que, en aquel difícil trance, estaban dispuestos a dar batalla por lo que consideraban “su gobierno”, pero en el momento decisivo primó la máxima “de casa al trabajo y del trabajo a casa”. Esto alentó a la oposición ya que encontró el camino prácticamente despejado. El 16 de septiembre de 1955, en Córdoba, comenzó a escribirse un nuevo capítulo de la historia del país en el que se profundizó la crisis del Estado de derecho.
La Revolución Libertadora
La Revolución Libertadora es el nombre con el que se denominó la dictadura militar que gobernó la República Argentina tras derrocar al presidente Juan Domingo Perón mediante un golpe de estado iniciado el 16 de septiembre y que, tras más de dos años de gobierno, hizo entrega del mismo al presidente Arturo Frondizi, el 1 de mayo de 1958.
El primer gobernante de la Revolución Libertadora fue el general Eduardo Lonardi, quien fue sucedido por Pedro Eugenio Aramburu.
Golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955
El 16 de septiembre de 1955 estalló en Córdoba la insurrección militar que daría inicio a la autodenominada Revolución Libertadora. Los rebeldes contaron con el apoyo de los llamados comandos civiles revolucionarios, que combatieron contra las tropas leales al presidente Perón en Alta Córdoba, y mantuvieron peleas en distintos puntos del país, ocupando edificios públicos y constituyeron un factor de enlace permanente con los militares sublevados.Los enfrentamientos se extendieron del 16 al 21 de septiembre y finalizaron cuando tanques del Ejército cañonearon y demolieron la sede de Alianza Libertadora Nacionalista, en el centro de Buenos Aires, matando a muchos de sus integrantes. Perón renunció a la presidencia y se retiró a Paraguay.El golpe militar de septiembre de 1955 provocó, entre junio y septiembre, la muerte de casi 2000 personas, entre civiles y militares y significó el triunfo y el festejo para los sectores pertenecientes a las clases media y alta, pero la mayoría de los trabajadores y de los sectores populares lo recibieron con tristeza e indignación. El 19 de septiembre al mediodía, Perón escribió una confusa carta dirigida al general Lucero, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. En la carta Perón da a entender su renuncia.El general Lucero leyó la carta de Perón, por la cadena de radio y televisión. Sin embargo, esa misma noche Perón se reunió con la junta militar para informarle que él no había renunciado; la junta sin embargo no fue disuelta. El 20 de septiembre de 1955, y a bordo del crucero ARA “17 de octubre” (luego rebautizado “General Belgrano”), los representantes del “Comando Revolucionario”, recibieron a los representantes de la Junta Militar, los que procedieron a sentar las bases de la capitulación. Las condiciones presentadas por los sublevados fueron las siguientes:
Renuncia en pleno del Ejecutivo y miembros del gabinete;
El jefe de la revolución, general Eduardo Lonardi, asumiría el gobierno provisional;
Desmovilización y regreso a sus bases de las tropas leales.
Para no aparentar ser menos que los otros, los representantes de la Junta Militar presentaron una serie de bases a tener en cuenta como propósito de gobierno:
En las soluciones a establecerse deberá primar el concepto que entre los bandos pugna “no hay ni deberá haber vencedores ni vencidos”
El imperio de la Constitución de 1949 “dentro del concepto de las más amplia libertad y orden…”;
El gobierno militar a instalarse sería un gobierno de transición, siendo su actividad esencialmente administrativa “dejando para el futuro gobierno constitucional los problemas fundamentales…”
Mantenimiento de las conquistas laborales y sociales;
Caducidad de los poderes Ejecutivo y Legislativo; intervención del poder Judicial de la Nación y de las provincias.
En verdad, se trató de una rendición incondicional, y efectivamente, como la historia lo demostró después, hubo vencedores y hubo vencidos, porque así lo dictaba la “fuerza de las cosas”. El día 21 de septiembre entraba la Flota al puerto de Buenos Aires. Perón se refugiaba en una cañonera paraguaya. El gobierno había caído.
23 de septiembre de 1955 el general Lonardi prestó juramento como Presidente Provisional ante una multitud que colmaba la Plaza de Mayo con un grito de ¡LIBERTAD!
Con mucha razón se ha dicho que para comprender el ascenso del peronismo en 1945 hay que olvidarse del peronismo de 1955.
Se señala, por último, que en el período junio-septiembre de 1955 se perdieron varios centenares de vidas como consecuencia de los diversos enfrentamientos que tomaron lugar durante el mismo.
El Plan Prebisch
Fue adoptado en 1956 como programa económico del gobierno, dramatizaba en exceso la situación económica de la Argentina y no aludía en lo más mínimo a la influencia de las estructuras arcaicas y antieconómicas, particularmente en el sector primario, sobre el crecimiento del país. Parecía que de lo único que se trataba era de culpar a ciertos grupos sociales y de preparar y legitimar una transferencia de ingresos de los estratos favorecidos por el peronismo a los que apoyaban al nuevo régimen
Los años del exilio
El 9 de junio de 1956, bajo el mando del General Juan José Valle, un grupo de militares peronistas y militantes del peronismo intentaron un alzamiento contra el gobierno de facto. La intentona fracasó y tanto Valle como varios de sus seguidores militares y civiles fueron fusilados. La represión se extendió a sectores no peronistas de la clase obrera. Sin embargo, los dirigentes sindicales conservaron su enorme influencia sobre los gremios industriales y de servicios.
Durante sus años de exilio Perón publicó varios libros: Los Vendepatria (1956), La fuerza es el derecho de las bestias (1958), La Hora de los Pueblos (1968), etc.
En diciembre de 1964, durante el gobierno de Arturo Illia, Perón intentó regresar en avión a la Argentina. Pero el gobierno ratificó la decisión de prohibirle su radicación en el país y solicitó a la dictadura militar que gobernaba en Brasil que lo detuviera al realizar escala técnica en ese país y lo reenviara a España.[
En la Argentina, los años cincuenta y sesenta fueron marcados por frecuentes cambios de gobierno, casi siempre frutos de golpes de Estado. Estos gobiernos estuvieron signados por continuas demandas sociales y laborales. Al calor de los procesos revolucionarios en marcha en el llamado Tercer Mundo, en Argentina aparecen grupos armados de izquierda y de derecha, muchos de los cuales adhieren al peronismo, aunque también cobran envergadura otras agrupaciones radicalizadas no peronistas como el PRT - ERP. Entre las organizaciones armadas peronistas se destacaron la nacionalista-católica Montoneros, la marxista-peronista FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), y en menor medida la FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) y la FAL (Fuerzas Armadas de Liberación).
Una organización menor denominada Ejército Nacional Revolucionario (ENR) se atribuyó el asesinato del influyente líder sindical peronista Augusto Timoteo Vandor, en mayo de 1970 la organización Montoneros realiza el secuestro y ejecución del general Pedro Eugenio Aramburu, figura clave del golpe de de Estado contra Perón en 1955, en el 73 ejecuta a José Rucci, secretario General de la CGT y hombre de confianza de Perón y otros secuestros y asesinatos de gran impacto en la opinión pública. Hacia finales de los sesenta y principios de los setenta, se acentuó el reclamo de los gremios por el regreso de Perón. El general Alejandro Lanusse había tomado el poder en marzo de 1971 mediante un golpe palaciego dentro del régimen militar surgido en el '66, y decidió restaurar la democracia institucional en 1973. Desde el exilio Perón apoyó a los peronistas de militancia armada, las "formaciones especiales": Montoneros-Fuerzas Armadas Revolucionarias-Fuerzas Armadas Peronistas, para presionar sobre el gobierno militar usurpador.
El 17 de noviembre de 1972 Perón regresó a la Argentina a bordo de un avión alquilado al efecto. Permaneció en el país solamente poco más de un mes, al cabo del cual visitó el Paraguay y luego regresó a Madrid.
Tercera presidencia de Juan Domingo Perón
El 13 de Julio de 1973, Cámpora y Vicente Solano Lima renunciaban a la presidencia y vicepresidencia que respectivamente venían ejerciendo desde el 25 de Mayo. Las renuncias se fundaron en la necesidad de posibilitar el acceso de Perón a la primera magistratura.
Las renuncias de Cámpora y Solano Lima fueron aceptadas por la Asamblea Legislativa reunida al efecto y el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Alberto Lastiri, al asumir provisoriamente la Jefatura del Estado.
El 4 de Agosto, el Consejo Nacional del Partido Justicialista decidió que la propia esposa de Perón, la señora Maria Estela Martínez de Perón, sería el candidato a la vicepresidencia. Esta fórmula obtuvo en las urnas que el 23 de Septiembre expresaron las preferencias de la ciudadanía, el %60 de los sufragios emitidos.
En la mañana de 12 de Octubre de 1973, Perón y Estela Martínez de Perón asumían sus cargos. Este era el tercer mandato de Perón que comenzaba el 25 de Mayo de 1973, y debía concluir el 25 de Mayo 1977.
Y el presidente comenzó su tercera gestión de mandatario debiendo esquivar dos serios obstáculos: diversas tendencias se enfrentaban con frecuencia a propósito de los problemas de gobierno y sus posibles soluciones.
El segundo obstáculo era que los setenta y ocho de Perón le imponían administrar sus energías.
En la política interna de Perón tomó como punto de partida la conciliación de la clase obrera con el empresario y auspició el llamado “Pacto Social” que fue subscripto por la Confederación General Económica. El “Pacto Social” atorgaba aumentos en los salarios, calculando que estabilizados los jornales, el sector empresario podría encarar con ventajosa antelación los planes de producción y reducir el ritmo inflacionario que perturbaba la economía del país.
Perón en 1974 achicaba las diferencias que lo separaban de quienes no lo habían votado.
El 1º de Mayo de 1974, en ocasión de celebrarse frente a la Casa de Gobierno la tradicional manifestación de los trabajadores, tuvieron exteriorización pública las serias disidencias existentes dentro de las filas peronistas. El sector autodenominado “Montoneros”[1] y otros grupos afines a él, sintiéndose defraudados por la gestión presidencial, expresaron su desagrado con ásperas adjetivaciones que inclusive volcaban un sentimiento de rencor ofensivo para la persona de Perón.
Perón empezaba a ser víctima de su indefinición doctrinaria: había alentado las guerrillas cuando la violencia de la presunta izquierda peronista podía favorecer sus planes para recuperar el poder. Ahora, entre los mismos guerrilleros se desataba la violencia en base a definiciones que mostraban cuán poca claridad de fines y de métodos había prohijado el mundo populista de Perón. Un sector de guerrilleros se identificaba con Cámpora.
A partir de ese 1º de Mayo, se agrandan las disidencias dentro del justicialismo.
El “Pacto Social” podía peligrar. De ahí que el Jefe de Estado incitó en escasas horas el apoyo de los partidos opositores y de los sindicatos para una movilización popular que en la Plaza de Mayo le ratificaba, el 12 de Junio, su apoyo de costumbre.
El sábado 19 de Junio el país era informado de que el Jefe de Estado se había agravado, y el lunes 1º de Julio, Perón fallecía en la residencia presidencial de Olivos.
Su esposa Maria Estela Martínez de Perón asumiría la presidencia y luego en el año 1976 sería derrocada por un golpe militar.
La caída del Peronismo
La Constitución reformada en 1949 había eliminado el polémico artículo 77º que prohibía la reelección inmediata del titular del poder ejecutivo y era evidente para propios y extraños que en la próxima confrontación electoral de 1951 Juan Domingo Perón sería ungido una vez más como primer magistrado de la República.
La dinámica presencia de la esposa del presidente, María Eva Duarte, en las cuestiones de gobierno (si bien Evita nunca tuvo ningún cargo oficial salvo presidir la Fundación que llevaba su nombre) causaba irritación en los sectores castrenses y en los sectores altos de la sociedad argentina que veían en la esposa del Presidente de la República, a una aventurera o a una oportunista. Este malestar comenzó a acentuarse cuando se hizo público el rumor que la Confederación General del Trabajo, promovería la candidatura a vicepresidente en las elecciones de 1951 de la “abanderada de los humildes”. Debe recordarse, que en las elecciones presidenciales de 1951 por primera vez las mujeres iban a ejercitar el derecho a sufragar, tanto activa como pasivamente.
El Ejército cruzó la candidatura de Eva Duarte a pesar de la masiva demostración popular orquestada por la CGT el 22 de agosto de 1951 en apoyo de la esposa del presidente (acto público que pasó a la historia como el “Cabildo Abierto del Peronismo”). Luego de algunas circunstancias de corte dramático que tomaron lugar en el transcurso del acto, pocos días después Eva Duarte hizo pública su renunciación.
Eva Duarte falleció el 26 de julio de 1952.
La candidatura de Eva Duarte aceleró los planes golpistas de un sector de las fuerzas armadas; el 28 de septiembre de 1951 se produjo el fallido levantamiento dirigido por el general Menéndez. Como consecuencia del mismo se produjo una fuerte depuración dentro del ejército, y mediante la ley nº 14.062 se estableció el Estado de Guerra Interno por el cual todo militar que se insubordinase o se sublevase contra las autoridades constituidas, o participase en movimientos tendientes a derrocarlas o desconocer su investidura sería fusilado en forma sumaria. Este instituto ha sido calificado de inconstitucional desde que los remedios para hacer frente a movimientos de tal naturaleza estaban normados en la propia Constitución (el estado de sitio o el estado de prevención y alarma).
A pesar de las difíciles circunstancias económicas que atravesaba el país, en las elecciones presidenciales de 1951 la fórmula Perón-Quijano obtuvo el 62% de los sufragios mientras que el 32% de los votos lo obtuvo la candidatura radical integrada por Ricardo Balbín y Aturo Frondizi.
El resultado de las elecciones mostraba a un gobierno fortalecido mediante la incuestionable exteriorización de la voluntad popular, pero en general, para el ánimo de los opositores, que no contaron durante la campaña con los medios publicitarios ni financieros del oficialismo, estos guarismos fueron lentamente llevando al convencimiento que únicamente mediante la fuerza sería factible desalojar el régimen peronista del poder.
El 15de abril de 1953 dos bombas estallaron en la Plaza de Mayo mientras se desarrollaba un acto multitudinario en apoyo a Perón, provocando un pánico generalizado.
Esa noche diversos grupos asaltaron la Casa del Pueblo del partido Socialista y la incendiaron perdiéndose una de las bibliotecas más importantes del país; ataques similares ocurrieron contra la sede del partido Radical, del Demócrata Nacional y el edificio del Jockey Club.
El país parecía correr alocadamente hacia situaciones de gravedad imprevisible, mientras que los hilos de la conspiración golpista comenzaron a entretejerse lentamente pero sobre bases seguras.
CONCLUSION
Juan Domingo Perón fue elegido Presidente de la Nación Argentina en tres ocasiones. La primera fue en las elecciones del 24 de febrero de 1946, para el periodo 1946–1952; la segunda al ser reelegido en las elecciones del 11 de noviembre de 1951 para el período 1952–1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955. Finalmente, tras 18 años de exilio, regresó al país y fue elegido por tercera vez presidente el 23 de septiembre de 1973 para el periodo 1973-1977Murió el 1 de julio de 1974 en ejercicio de la presidencia, sucediéndolo su viuda María Estela Martínez de Perón, quien había sido elegida como vicepresidente.
Luego de realizar este trabajo practico puedo remarcar que la figura de Perón se hizo fuerte porque representó fuertemente a un sector de la sociedad.
Desarrollo una política en la que el valor a proteger era el hombre, para Perón “la Patria se forma en primer término por hombres, y no pueden ser el campo, ni la máquina, ni el dinero factores que se sobrepongan al hombre, que es quien sufre y trabaja, y sin el cual ni los campos, ni los ganados, ni el dinero tiene valor”.
Los gobiernos de Perón ponían hincapié en la política social como en la economía social, poniendo a ésta al servicio del bienestar social.
Perón cuando llego al poder se encontró con un país detenido, en manos de una oligarquía entregada al extranjero para su explotación, para él la Argentina no podía estancarse y debía conquistar los planos económicos y sociales, ya que sin las conquistas económicas , las conquistas sociales desaparecen rápidamente.
Durante el primer gobierno, Perón, toma contacto el sector trabajador, los escucha e impulsa sus iniciativas. El gobierno, a través de Trabajo y Previsión, propicia el fortalecimiento de la CGT, el número de agrupaciones crece rápidamente. Durante este gobierno se estableció el carácter gratuito de la enseñanza universitaria y se permitió el ingreso de grandes sectores juveniles provenientes de las clases medias bajas y clase obrera a la Universidad; se promovió el estudio y la investigación de las ciencias relacionadas con el desarrollo industrial.
Los objetivos señalados por el general Perón para nuestro país son: la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria, sobre la base de la Soberanía Política, la Independencia Económica y la Justicia Social, ya que el gobierno que no sea capaz de hacer justicia social no es gobierno, sino un mecanismo destinado a favorecer a los siempre favorecidos.
BIBLIOGRAFÍA
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López Rosas, José Rafael. “Historia constitucional argentina”. Editorial: Astrea. Capital Federal. 1996.
Lorenzo, Celso Ramón. “Historia constitucional argentina”. Tomos VI y VII. Editorial UNR editora. Rosario, Santa Fe. 2005.
Romero, José Luís. “Breve historia de los argentinos”. Editorial: Tierra Firme. Buenos Aires. 2004.
Torré, Juan Carlos. “Nueva historia argentina”. Los años peronistas (1943 – 1955). Editorial: Sudamericana. Santa Perpétua de Mogola (Barcelona). 2002.
Pavón Pereyra Enrique. “Yo Perón”. Editorial: Milsa. Buenos Aires. 1993.
“Diario Secreto de Perón”. Editorial: Sudamericana- Planeta. 1986.
Manual del Peronista. Partido Peronista. Buenos Aires. 1954.
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