Presidencia de Ortiz. El suicidio de Lisandro De La Torre. / 1939
El año 1939 se inicia con una noticia que consterna a la población: mientras viaja rumbo al Club del Progreso, se descerraja un tiro Lisandro de la Torre. Llega muerto a la institución y la mesa en la cual se depositan sus restos, se mantendrá intacta e inamovible en la biblioteca del Club, en lo que resta del siglo. En la carta que deja a sus amigos explica que su decisión debe atribuirse al hastío que le produce la degradación de la vida política. Harto de lidiar inútilmente en el Senado, se había producido a comienzos de 1937 la renuncia a su banca. De la Torre solicita que sus restos sean cremados y las cenizas arrojadas al viento, para volver a la nada. Según algunos íntimos se siente indirectamente responsable del asesinato de Enzo Bordabehere (ver Política, 1935). Según otros, no puede asimilar el cinismo que encierran las palabras que el conservador Uberto Vignart, pronuncia a viva voz en el Congreso: "Soy el diputado más fraudulento del país". Como fuere, se apagó así, violentamente, la vida del gran político Demócrata Progresista.
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martes, 14 de octubre de 2008
Presidencia de Ortiz. El suicidio de Lisandro De La Torre. / 1939
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Sintesis de temario de la Década Infame
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